Señor Rajoy, vaya a clase

Que un líder afirme con contundencia que no acepta lecciones de nadie, me preocupa sobremanera. Siempre he considerado, a la par que creido, que en cualquier circunstancia los humanos estamos en condición de aprender. Ese continuo aprendizaje nos puede conducir a revisar y modificar nuestros propios puntos de vista.
Hete aquí que el señor Rajoy, líder donde los halla, dice que no necesita lecciones y mucho menos si éstas se refieren a los derechos humanos. Declaración hecha con motivo de la campaña del Partido Popular en las elecciones catalanas. 
Semejante afirmación se ha producido para responder a los ataques a su proyecto de "contrato del inmigrante" por el cual cualquier inmigrante que no tenga puesto de trabajo, a partir de un tiempo aún por determinar, será expulsado del país. 
Por supuesto, el señor Rajoy se olvida que esa mano trabajadora inmigrante fue muy útil para nuestro PIB, en épocas de bonanza. Ahora en tiempos de vacas flacas, los inmigrantes son considerados un estorbo por los populares y de ahí la propuesta de expulsión. 
Este discurso xenófobo y sucio del PP me precoupa profundamente. ¿Cómo cree que lo van a poner en práctica? ¿Qué haran cuando de un matrimonio de inmigrantes, uno tenga trabajo y el otro no? ¿Separaran a la familia? ¿Y todos esos hijos de inmigrantes que han nacido aquí, que están enraizados en su tierra natal, qué harán con ellos?
Puestos a expulsar, ¿ha pensado el Partido Popular seguir la misma dinámica con los parados nacionales? ¿Propondrá una fumigación colectiva para, en caso de acceder al poder, demostrar que ellos han bajado las cifras del paro? No se, pero los tonos popualares cada vez me tienen más y más alterada.
Señor Rajoy, pienso que en materia de derechos humanos le queda mucho por aprender. A usted, a su candidata catalana Alicia Sánchez-Camacho y en general, porqué no admitirlo, a todo su partido, les vendría bien un curso acelerado contra la xenofobia y el racismo.
Espero por el bien de la justicia social que no ganen nunca las elecciones y que además dejen de apostar por el centro ideológico y admitan de una vez por todas que representan ustedes la derecha más dura, casposa y retrograda desde el principio de nuestra democracia.
Señor Rajoy, por favor, ¡vaya a clase!