El periodista que trató de tú a Rubalcaba y al que este censuró advirtiéndole que debía hablarle de usted no era más que un producto suyo, salido de la LOGSE que él elaboró con Maravall y Solana, y que convirtió a alumnos y maestros en coleguillas y a toda autoridad en cofrade.
Queriendo eliminar el autoritarismo disciplinario franquista, que en la enseñanza era similar al de las democráticas Francia, Suiza o Alemania, le quitaron las tarimas a los profesores, como gran acto revolucionario. Hasta propusieron eliminársela a los jueces.
Aún hoy ponen como ejemplo de progresismo la eliminación de puestos elevados que señalan la autoridad, cuando hurtarlos la mina.
Así les salen personajes tratándolos de tú públicamente.
Cuando en nombre de la democracia igualitaria desaparecen el respeto a las formas y a la autoridad, la falta de educación se traslada a todos los ámbitos sociales, tras iniciarse en la escuela.
Y aparece inopinadamente en una rueda de prensa, donde el periodista de la LOGSE trata de tú a quien pude ser presidente del Gobierno.
Formulismo que él mismo estimuló con campechanismo populista y descamisado para ganar votos al pedir públicamente en un mitin “LlamaDme Alfredo”. Por lo menos no dijo “LlamaRme”, como Zapatero.
Al ordenar ese fórmula tuteó a sus interlocutores esperando que lo trataran de usted, como los reyes o como algunos antiguos profesores, aunque la mayoría le hablaba de usted a sus alumnos.
Ahora, hasta los dependientes de las tiendas o los operadores de las compañías telefónicas tutean como algo natural al cliente, perdiéndoles el respeto.
Realmente Rubalcaba no debería enfadarse: el tú es muy socialista, del trato con el compañero votante, aunque llegue a ser jefe del Gobierno.
El tú es también obligatorio entre incendiarios camaradas falangistas y comunistas.
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