Revista Opinión
Señor Zapatero, ¿para cuándo la fusión fría de bares y chiringuitos?
Publicado el 11 junio 2010 por ElhombredelpiruliEn España, según la CECA, hay 45 cajas de ahorro. Si somos 46 millones de españoles quiere decir que tocamos a una caja por más de un millón doscientos mil ciudadanos. La mayoría de estas entidades tienen pingües beneficios. Sin embargo, el Gobierno, el Banco de España, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y un señor que se llama Gerardo creen que hay demasiadas y quieren que se fusionen, ya sea de forma fría o caliente (como los platos de los bares) porque dicen que es bueno para la economía española. Y para motivarlos ZP, en plan alcahueta, ha creado el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), un instrumento para cubrir de millones de euros a las cajas de ahorro que decidan fusionarse. Con dinero de todos los españoles, naturalmente.
Caja Madrid y Bancaja han decidido ser obedientes y unirse para toda la vida. Este matrimonio los va a convertir en la primera caja de España, con un volumen de negocio de 339.000 millones de euros.
Caja Madrid (que desde este mes cobra una comisión de 0,40 euros por transferencias entre cuentas de la misma caja) tiene previsto acabar el año con un beneficio de 250 millones de euros, y Bancaja ya ha ganado 502 millones en el primer trimestre. Pero eso no importa. Su fusión fría va suponer que se fundan en caliente 4.500 millones de euros del FROB. Es decir, tuyos y míos.
En España hay 240.000 bares, la mayoría de ellos afectados por la crisis. Es el negocio nacional más extendido. Tocamos a un bar por casi 192 personas. Cifra de clientes absolutamente insuficiente para prosperar (Ni comparación con las cajas, negocio rentable donde los haya). Si además tenemos en cuenta que algunos establecimientos pueden alcanzar el pico de mil parroquianos fijos es fácil deducir que otros no llegan ni a cincuenta clientes. Naturalmente hay personas que son habituales en muchos bares pero si introducimos esta variable podemos perdernos con tanto número. Además, también hay gente que tiene cuenta en varias cajas y si no que se lo pregunten a Paco Correa o a Carlos Fabra.El asunto es que con estas aterradoras cifras no es de extrañar que el sector de baretos y chiringuitos esté en crisis. A ello súmenle las campañas de la SGAE para arrebañarles los pocos beneficios que tienen algunos con la excusa de que ponen música protegida por derechos de autor, o la presión de las plataformas de los canales de TV de pago, que se cabrean si ofrecen los partidos de fútbol codificados como si fueran una tapa más del menú.¿Ante esto qué hace el Gobierno? Nada.
Pues muy mal. ¿Por qué no se fomenta la fusión de los bares? Ya sea fría o caliente. Eso da igual. Los bares no son solo un lugar para beber, comer o comprar tabaco, sino para hacer negocios y relacionarse. Ya lo decía Gabinete Caligari: “¡bares, qué lugares!”.
Está muy feo que el Gobierno se gaste nuestro dinero en las cajas de ahorro y abandone a su suerte a los bares, ese fenómeno social que debería estar protegido como Bien de Interés Cultural. Solo Esperanza Aguirre sabe de la importancia de los bares, por eso le molesta que se prohíba fumar dentro de ellos. Habrá que apelar a la lideresa para que presente alguna iniciativa en la Comunidad de Madrid en apoyo de la fusión de bares, terrazas y chiringuitos. Bueno, ya puestos, también podría extenderse a los comercios regentados por chinos, que son muchos y viven apiñados.
Por cierto, ya que estamos con el despilfarro, no quiero dejar pasar la ocasión de decir lo mal que me parece que con nuestros impuestos se pague la mitad de los gastos que generará la visita del papa Peneadicto 16 a España para un acto llamado Jornada Mundial de la Juventud. Mejor apaño se haría a la juventud española si esos 50 millones de euros que nos van a arrebatar de los bolsillos se destinaran al fomento del empleo juvenil, por ejemplo.
Ya va siendo hora de que el tío B16 y el Vaticano se busquen patrocinadores que financien estas cosas. Conviene recordar que el traje del papa, tan blanco y tan grande daría para insertar muchos anuncios comerciales (bordados en oro, eso sí). Si la camiseta de los futbolistas de para meter tres o cuatro avisos publicitarios ¿qué no dará de si la hopalanda papal?