Como me había propuesto esperar hasta el día en que un escándalo de la activa vida política nacional no enturbiase la sonrisa... heme aquí que el año viejo acabó como acabó y ¿el nuevo?
Todavía hoy nos tenemos que tragar un sapo surrealista de verdad: cuando es vox populi (tras las noticias difundidas a raíz del escándalo de las eléctricas) que tenemos una sobreproducción energética de cuidado... en Arturlandia deciden seguir derrocando un dinero que no tienen (no hace falta especificar recortes) en la línea de alta tensión que nos concta con Francia. Y ayer o anteayer leíamos que los enfermos de cáncer y otras enfermedades graves peregrinan por la ciudad en busca de mediamentos caros que los farmacéuticos no les expenden porque... ya sabéis.
¡Es inevitable! ¡La atracción del abismo!
En medio de todo, cierto sosiego (aparente) y el tiempo suficiente para acercarme hasta el Teatre Lliure original, ubicado en la antigua Cooperativa La Llealtad (espacio emblemático del novelista de que os hablo), donde se ha estado representando Adiós a la infancia, una serie de monólogos inspirados en el mundo narrativo de Juan Marsé.
De entrada, buen título. Porque Si te dicen que caí iba a titularse Adiós muchachos. De modo que es un indicador exacto de... la proximidad o el respeto o el conocimiento con que Pau Miró (que ha adaptado los textos) y Oriol Broggi (el director escénico) se han acercado al mundo de Marsé.
No hablemos del "valor añadido" que supone la presencia de Mario Visconti (Sisa para los amigos) y la Orquesta Sensación.
Volví a casa algo melancólica (y también eufórica: íbamos un grupo de amigos) el pasado viernes y me puse a releer lo más nuevo de Juan Marsé: una reedición de un entrañable (y mordaz, heterodoxo, certero, punzante, inolvidable.....) y reconfortante libro de Juan Marsé, Señoras y señores, que reúne las glosas a los retratos de una serie de personajes públicos (Marta Ferrusola, Isabel Preysler, Carmen Maura, Lluis LLach, Alfonso Guerra, Jordi Pujol , Julio Iglesias, Samaranch, Concha García Campoy, Maribel Verdú, Montserrat Caballé, Ricardo Solfa... es decir, Sisa, otra vez), y que en los 70 y 80 habían aparecido en la incorruptible revista o semanario Por Favor , y en El País.
Es sólo una selección (por desgracia, sin fotos). Pero... el corro de los viejos danzantes se renueva ahora con la participación de COSPEDAL, MARÍA DOLORES DE... ya sabéis, esa "guapetona aparente", de voz atonal y "mohín displicente" , habitualmente "embutida en una vestimenta austera pero no exenta de sutiles moderneces en tallas corrientes y tonos unicolor", "cejas altivas de ejecutiva ambiciosilla"....
Y no sigo porque se trata de incitar a...
No le va a la zaga (es un decir) Artur Mas, su novedosa pareja en este libro:
"El maxilar cuaddrado y ligeramente popeyesco va siempre un paso por delante de la mirada estreñida: el paso largo y la vista corta, he aquí un problema para cualquier conductor de multitudes, sobre todo si maneja un timón más decorativo que funcional".
¡Qué arranque y cuántas cosas más siguen a este espléndido primer párrafo!
Repito: la (re)lectura de Señoras y señores es un excelente tónico reconstituyente (que se decía entonces).
¡Feliz 2014!