Revista Viajes

Sensaciones al regreso de Omán

Por Mteresatrilla
Tras un par de semanas de nuestro viaje a Omán, (con Dubai y Abu Dhabi), hemos tenido el tiempo suficiente para ordenar las experiencias vividas, mirar y remirar las fotos y ser más objetivos en nuestras valoraciones.
Omán es un país que me atraía desde hacía varios años, concretamente desde que visitamos su pabellón en la Expo de Sevilla del 92. No era de los más espectaculares, no se formaban largas colas para entrar, pero el intenso aroma a incienso y el blanco de las disdashas (túnicas) de aquellos hombres de semblante amable y tranquilo, me dejaron un buen recuerdo y unas ganas enormes de conocer aquel rincón de mundo.Sensaciones al regreso de Omán
No nos quedaban demasiados días de vacaciones, por lo que decidimos centrarnos en el norte.El mes de diciembre es una época ideal para viajar a Omán, con días muy soleados pero las temperaturas perfectamente soportables, lejos de los cuarenta y pico grados que se pueden alcanzar en julio y agosto. A pesar de estar en temporada alta es un país que empieza a potenciar el turismo, por lo que no encontramos apenas gente a excepción de la capital Muscat, donde es punto de parada de los cruceros que navegan por los países del golfo. Es una ciudad encantadora, especialmente el barrio de Mutrah, donde se encuentra el puerto, pero si os apetece conocer Omán os aconsejo que no os conforméis sólo con la capital porqué el país tiene mucho que ofrecer.

Sensaciones al regreso de Omán

Mutrah, Muscat

Hemos encontrado un país moderno, liderado por el Sultán Qaboos desde 1970, año en que sustituyó a su padre tras un golpe de Estado. Ha sabido abrir Omán al mundo y lo ha llevado al siglo XXI, ha apostado por la mejora de las infraestructuras y por una sólida educación, sin que ello tenga que estar reñido con preservar las tradiciones, que muestran con orgullo. La electricidad, el agua potable y los servicios sanitarios han llegado a todos los rincones del país.De apenas no tener caminos asfaltados por los que la gente se desplazaba en burro o andando de un pueblo a otro, han pasado a tener una red de carreteras envidiable. Hace unos años, la educación se limitaba a recitar el Corán, mientras que ahora todos los niños están escolarizados, incluso los beduinos o aquellos que viven en remotos pueblos de montaña. Un 4x4 pasa cada día a recogerlos para acercarlos a la escuela del pueblo más cercano y según leí, un helicóptero da servicio a los que viven en lugares más inaccesibles.

Sensaciones al regreso de Omán

En cualquier carretera omaní


Sensaciones al regreso de Omán

Mezquita Sultán Qaboos, Muscat

En Omán también se vivió una corta primavera árabe, en la que se pedían más puestos de trabajo, mejores salarios y lucha contra la corrupción. Aunque el sultán no fue cuestionado las nuevas generaciones que no han vivido directamente el cambio, no sienten el mismo fervor hacia el sultán que sus padres y se cuestionan el modelo actual de monarquía absoluta. Con los cambios aplicados por el monarca parece haber contentado a la mayoría, se destituyeron los ministros acusados de corrupción, aumentó el salario mínimo y prometió 50.000 puestos de trabajo.El futuro no está demasiado claro ya que el sultán no se ha casado ni tiene descendencia por lo que la duda sobre su sucesor está en el aire.

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Mercado de Nizwa

Es un país con una larga e interesante historia que ha vivido épocas de gran esplendor, especialmente gracias a la producción de incienso, esas gotas de sudor que los dioses dejaban caer sobre la tierra y que todas las creencias religiosas han utilizado desde la antigüedad.Su valor fue tan preciado como el oro y posiblemente fue en estas tierras de Oriente donde, según la tradición, uno de los Reyes Magos cargaría sus camellos con tal tesoro para llevarlo al Niño Jesús, demostrándole así su naturaleza divina. Desde el sur del país, Dhofar, se transportaba en camellos hacia lo que hoy es Yemen y las caravanas cruzaban montañas y desiertos hasta Petra o Alejandría para cargarse en barcos con destino a Egipto o a India.La cultura del incienso forma parte de la vida de los omanís que lo utilizan en las casas, en los mercados … en cualquier rincón te acompaña el aroma de esta resina del árbol del incienso o boswellia sacra

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Mezquita a medio camino entre Mutrah y Old Muscat

Los portugueses fueron en 1507 los primeros europeos en llegar a Omán, interesados en sus ciudades costeras como puntos estratégicos de la Ruta de las Indias. Se pueden ver algunas fortalezas y torres de vigilancia de aquella época. De hecho, las fortalezas y castillos son los monumentos más importantes de Omán, se encuentran repartidos por todo el país más de 500, tanto los construidos por los portugueses como por los posteriores mandatarios.

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Fuerte de Bahla

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En un rincón de Bahla

A partir del siglo XVII Omán tenía un Imperio propio, con dominio en el Océano Índico, la isla de Zanzíbar o Mombasa (Kenia) pertenecían al sultanato de Omán.De África llegaron gentes diversas que convirtieron a Omán en un crisol de culturas, así como otros aspectos que enraizaron fuertemente en el país, como la kimma, el tradicional gorro redondo originario de Zanzíbar y que visten la mayoría de hombres de Omán en preferencia al típico turbante característico de los países del Golfo.  

Actualmente le unen fuertes lazos tanto con el Reino Unido como con los Estados Unidos.

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La mayoría de hombres omanís visten la disdasha (traje) y la kimma para cubrirse la cabeza 

En cuanto a paisajes, me ha parecido un país sorprendentemente bello.Kilómetros de costa sin explotar, playas de arena blanca donde las cabras andan sueltas entre las barcas de los pescadores buscando algo que echarse a la boca o un poco de sombra para dormir o donde cientos de tortugas acuden cada año a desovar.

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Al Ashkarah, un típico pueblo costero

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Playa en Ras al Hadd

Paisajes yermos de agrestes montañas de la Sierra de Hajar que en algunas zonas toma coloraciones rojizas por la abundancia de minerales de hierro o verdosas por el cobre (cuyo comercio dio también al país un período de esplendor).

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Jebel Shams, en la Sierra de Hajar

Las montañas se alternan con grandes extensiones de palmerales donde llega el agua gracias al sistema de riego de aflaj (falaj en singular), algunos de ellos declarados Patrimonio de la Humanidad.

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Falaj en Wadi Shab

Los wadis (que en árabe significa río) nos ofrecen la posibilidad de un delicioso baño en las aguas transparentes de sus piscinas naturales entre paredes de piedras calizas.

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Wadi Tiwi


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Wadi Tiwi

Y el desierto, Wahiba Sands conocido también como desierto de Sharqiya, una serie de grandes dunas que se extienden de norte a sur a lo largo de 180 kilómetros y 100 kilómetros de este a oeste, donde habita la población beduina.

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Gran duna en Wahiba Sands

Los pueblos de montaña parecen sacados de un belén, casas blancas, rodeados de palmeras, algunos de ellos en medio de la nada. En los costeros, sus paseos marítimos son el centro vital. La visita de los mercados es otra de las sorpresas que nos espera en Omán, especialmente el mercado de viernes de Nizwa, toda una fiesta, donde se compran y venden animales vivos tal como hace siglos.

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Vista de Ayjah desde Sur

 

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Mercado de Nizwa

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Mercado de Nizwa


Tras los días pasados en Omán cogimos un autobús de la compañía ONTC hasta Dubai por la frontera de Hatta. Estuvimos tres días completos en los Emiratos Árabes, escapándonos también al emirato vecino, a Abu Dhabi.

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Dubai Creek donde las abra (barcas tradicionales) van y vienen sin parar

Aquí las sensaciones son algo confusas. Para quienes se vuelven locos por unas vacaciones de playa-compras, supongo que pueden encontrar en Dubai un pequeño paraíso. Como aquellos que disfrutan viendo lo más alto, lo más caro, lo más grande…. todo lo “más” se encuentra en Dubai. No es nuestro caso y aunque la ciudad tiene una parte antigua, viniendo de Omán nos supo a poco.

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Vista de Dubai desde el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo

De todas formas, nos gustó pasar por allí y encontramos bellísima la mezquita de Abu Dhabi. El todopoderoso dinero se deja ver sin ningún tipo de escrúpulo.

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Gran Mezquita de Abu Dhabi 


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Sheikh Zayed bin Sultan al-Hahyan, la Gran Mezquita de Abu Dhabi

A lo largo de las próximas semanas os iré contando el viaje, tan variado e intenso que estoy segura animaré a más de uno a visitar ese magnífico país.


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