
Desde hace años me he concienciado de que lo más importante son tres pasos fundamentales para cuidar la piel del rostro: Limpiar, tonificar e hidratar durante el día y limpiar, tonificar y nutrir por la noche; Sino, no te sirve de nada gastar grandes cantidades de dinero en maquillaje, cremas... Si la piel no está en perfectas condiciones.

Silky Purifying cleansing oil, es el primer paso que nos propone Sensai de Kanebo, para un sistema de doble limpieza basado en la rutina Japonesa Saho, un ritual de cuidado de la piel inspirado en el código de protocolo que rige la ceremonia japonesa del té. Contribuye a lograr una piel perfecta y sedosa por medio de la Doble Limpieza, la Doble Hidratación y la Doble Aplicación.
Esta cultura, defiende que es necesario una limpieza con exfoliación. Primero usar un aceite desmaquillante para eliminar impurezas, sebo, maquillaje... Y como segundo paso, el jabón elimina la suciedad y las células muertas hasta purificar el rostro.
Indicado para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles, el resultado es una piel suave y radiante,
preservando la hidratación y reponiendo la tersura sin irritar la piel.


Su aroma sutil a naranjas es una delicia, y es que como
más me gusta retirar este aceite limpiador, es con una muselina empapada en agua tibia, aunque con abundante agua es muy buena opción tambien.El resultado es una piel limpia, nada tirante y aunque puede parecer costoso (hay muchas webs en las cuales los precios varían mucho), cunde muchísimo ya que no necesitamos mucho producto.

