Un dicho inglés antiguo: 'sometimes I sits and thinks, and sometimes I just sits' (a veces, me siento a pensar, y, a veces, solo me siento).
Este proverbio sirve como excusa a mi gurú Vita Sackville-West para darnos el que es, sin duda, el mejor consejo jardineril para el otoño. El 6 de octubre de 1957 escribe:
"El sentarse y pensar es muy valioso en esta época del año. Es valioso en cualquier época del año, en un jardín, cuando tomas notas sobre los fallos y omisiones que observas, pero es especialmente valioso en otoño, que es la época de trasplante o de comprar nuevas plantas en los viveros para rellenar algún hueco que ahora apuntes. Paso bastante tiempo deambulando por mi jardín, tomando nota de mis errores, y de mis buenas intenciones de cara al futuro. Me siento y pienso, y escribo los resultados de mis reflexiones en un cuaderno grande, bajo diferentes encabezados que, con algo de suerte, recordaré consultar más adelante, una práctica que recomiendo a cualquier colega jardinero."
Como buena y fiel seguidora de mi gurú, así he hecho este largo fin de semana: dar vueltas por el jardín, observar (lo recomienda encarecidamente Leonardo da Vinci en sus Cuadernos),... y pensar...no me he sentado :)))). Una de las cosas que me trae de cabeza este año es ver la manera adecuada de cambiar algunos de los rosales que, o bien no me gustan, o bien, por el motivo que sea, no han arraigado como deberían.
Los otoños de 2009 y 2010 han sido exclusivamente de laboreo, y de muy poco plantar. Alguna cosa, sí, pero no al ritmo de años anteriores, y, desde luego, no en materia de rosales. Ahora, en 2011, he observado que, a mayores del laboreo, es necesario hacer retoques.
Los dos o tres rosales que no me agradan, siguiendo las directrices de Vita, serán arrancados sin ningún tipo de remordimiento:
"Estoy segura de que uno de los secretos de la buena jardinería consiste en arrancar, siempre y sin escrúpulos, cualquier planta que no nos guste."
A la hora de plantar nuevos ejemplares, de rosales en concreto, pero también de todo tipo de plantas, me ha parecido imprescindible retomar la gran cuestión: qué busco, qué aspiro a lograr.
Conceptualmente, es algo que tengo más o menos claro: no tengo un jardín, tengo una huerta sin pretensiones y para el disfrute familiar; me gustan las huertas naturales y frondosas, pero que no agobien con el exceso de árboles, porque demasiada sombra resta alegría y color. Me gustan las flores abundantes sobre el fondo verde, a lo largo de todo el año. Me gustan la repetición de especies, y algo de geometría, de líneas puras, porque me aportan serenidad y simpleza.
Es en este punto, buscando la ilusión de los rosales del futuro, he recuperado algunas imágenes archivadas, para reanimar la inspiración:
Os invito a sentaros y pensar este otoño..., os invito a buscar vuestra propia inspiración.
"Una rosa es una rosa es una rosa". Gertrude Stein.