Sentencia contra TRÁFICO y su actitud ilegal y despreciable

y condenados en costas…

Para mí, esta SENTENCIA CONTRA TRAFICO es una buenísima noticia por varios motivos; el primero de ellos porque me ahorraré 200 euros y cuatro puntos del carnet, pero sobre todo porque he podido constatar y demostrar una vez más la mala fe de esta gente, porque no hay excusa que valga, ha quedado muy claro que han actuado, además de con su prepotencia habitual, de manera intencionada en contra del ciudadano; en este caso yo mismo. A continuación voy a hacer un esbozo de lo ocurrido para que quede muy claro, y no, no ha sido un error de los señores de TRAFICO… desde el principio sabían que lo estaban haciendo mal y, a pesar de ello, me han obligado a acudir a los tribunales, pagar las tasas oportunas, pagarle al abogado y al procurador y, además, han procedido a tramitar el embargo de mis bienes para cobrarse la deuda y me han retirado los puntos siendo que el asunto estaba en tribunales. Cualquier calificativo que pudiera poner aquí de esta gente sería malsonante y se me podría decir que tengo mal gusto, así que prefiero contar los hechos y que mis propios lectores sean quienes les pongan el calificativo que en su caso estimen más oportuno.

SENTENCIA CONTRA TRAFICO

• El asunto comenzó el 9 de noviembre de 2011 cuando adelanté a un coche camuflado de la Guardia Civil bajando de Zaragoza, ya en provincia de Castellón. Fui perseguido de inmediato por el citado vehículo y me dieron el alto.
• Después de lo típico de pedir la documentación y tal y cual, el señor agente me dijo que iba a más de 100 kilómetros hora que era la velocidad permitida en la vía, pero inmediatamente añadió que no llevaban instalado el equipo de radar, con lo cual, según sus propias palabras, no me podía multar por exceso de velocidad. No voy a entrar a valorar su percepción sobre mi velocidad.
• El caso es que, como no me podía multar por exceso de velocidad y su ego estaba mancillado, o tenía que cumplir con sus objetivos mensuales de recaudación, con alguna otra multa me tenía que ir a casa. Dado que no podía ser por velocidad, que el coche estaba en perfecto estado y que tenía toda la documentación en regla, incluida la dichosa y poco útil ITV, me puso lo siguiente en el boletín: «CIRCULAR DETRÁS DE OTRO VEHÍCULO SIN DEJAR ESPACIO LIBRE QUE LE PERMITA DETENERSE, SIN COLISIONAR, EN CASO DE FRENADA BRUSCA DEL QUE LE PRECEDE». Llegados a este punto, lo tenía bastante mal porque era su palabra contra la mía, y en estos casos todos sabemos lo que ocurre. Así y todo decidí recurrir y solicitar la presentación de pruebas.
• El primer recurso me lo denegaron y presenté otro diciendo que no habían aportado las pruebas solicitadas. Al final me enviaron otro escrito diciendo que tenía razón en eso y que archivaban el expediente por no haber cumplido con los plazos. Sinceramente, iluso de mí, pensé en aquel momento que ya no había ningún problema y que podía olvidarme de la dichosa multa.
• Pero no fue así; al cabo de varios meses recibí otra vez la misma multa. Estos señores habían reabierto el expediente al presentar el agente las «pruebas». Sobre este punto quiero matizar varias cosas; la primera que esas «pruebas» no probaban ni aportaban nada y se limitaban a un escueto escrito firmado por el agente que me sancionó que decía que se ratificaba en lo ya dicho. Lo otro que cabe destacar es que legalmente sí que pueden reabrir el expediente archivado, lo cual me parece que, aunque legal, es deleznable y del todo incongruente, pero es lo que hay. Por último, que aunque legalmente lo puedan hacer, deben atenerse a una serie de plazos que hay que respetar… y no respetaron.
• Realicé otro recurso alegando que, con independencia de que seguía estando en disconformidad con lo dicho por el agente, poco importaba puesto que su actuación se había realizado fuera de plazo, con lo cual, solicité el archivo definitivo sin más trámite.
• Aunque era algo evidente y bastaba con tener un calendario a mano para comprobar lo que yo decía, no aceptaron el recurso y volví a recibir la multa.
• A partir de ahí no me quedó otra que acudir a tribunales, y el día de la vista tuve que ver la desfachatez con la que me atacó la parte contraria. Por una parte dejando bien claro que la palabra del Guardia tenía patente de corso y que lo que yo decía no servía para nada y, en cuanto a la prescripción, se salió por las ramas insistiendo en que se habían cumplido estrictamente todos los plazos. O sea que mintió como una bellaca.

El resultado ya lo he dicho, me han dado la razón y condenan en costas a TRAFICO.

Ramón Cerdá

Cosas que la policía puede hacer y tú no

Nueva SENTENCIA contra TRAFICO. A ver cuándo cambian de actitud.