Sentencia sobre la “manada” triste, cobarde y politizada

Es tan parcial, triste y politizada la sentencia del Supremo sobre la “manada” que nos avergüenza a todos por haber sucumbido a las presiones mediáticas y políticas y a la tiranía "progre". Hasta VOX y Podemos han coincidido al condenarla por ceder a la presión feminista. En esta ocasión, la Justicia no ha sido sorda y ciega ante las presiones, sino sumisa y cobarde. --- Sin contar la “Manada de los políticos”, dedicada a violar constantemente la Constitución, existen en España al menos otras "20 Manadas", todas identificadas y en instrucción judicial. El 70 por ciento de esas manadas están integradas por extranjeros, pero la prensa no informa de ellas, siguiendo las instrucciones vergonzosas del poder, que exige que no se revele la procedencia de los delincuentes cuando son inmigrantes o extranjeros asentados en España.

¿Acaso no es el mismo delito? Si, pero el poder político impone discriminaciones y desigualdades anticonstitucionales.

Iba a escribir un artículo sobre la extraña y triste sentencia emitida por el Supremo sobre la manada, pero lo he pensado mejor y he decidido copiar y pegar unas reflexiones de mi sabio y respetado amigo el profesor Joaquín Mora Roche, ejemplo de sensatez, cordura y sabiduría madura y asentada. Ahí van sus reflexiones:


"Sé que mi comentario sobre la sentencia a La Manada puede ser malinterpretado, pero lo hago en defensa de esa libertad de opinión que siempre reclamo. Resumo:

1 No tengo ninguna simpatía por los miembros de La Manada. Más bien lo contrario.

2 No entro en la calificación jurídica de los hechos. Ni conozco estos hechos (no he visto los vídeos, que en este caso son esenciales) ni soy experto en leyes.

3 Creo que las leyes y la jurisprudencia deben proteger a los inocentes, sobre todo si son débiles. Es el caso de las mujeres en las agresiones sexuales.

4 Pero aspiro a que la justicia sea ciega (con los ojos vendados se la representa) libre de afinidades, de personas y de presiones sociales.

5 En el caso de La Manada, la presión social y el imperio de lo políticamente correcto es innegable. Recordemos que las manifestaciones feministas ante los tribunales que juzgaban este caso exhibían carteles no contra los violadores, sino contra la "violencia judicial". Recordemos que, tras la primera condena, el único juez que se opuso (basándose en los vídeos) fue duramente criticado y aún hoy mismo recibe en la prensa comentarios despectivos y de minusvaloración. Hasta el gobierno ha indicado en varias ocasiones el sentido que debía seguir la sentencia, en indudable injerencia en un proceso penal.

6 Me parece censurable que el Tribunal Supremo, menos de una hora después de acabada la vista, haga un comunicado de prensa indicando la sentencia. Si esto sería inadecuado en cualquier juez de primera instancia, menos aún en el más alto tribunal. Los tribunales solo hablan con sus autos y sentencias.

7 El corto tiempo (menos de una hora) entre el fin de la vista y el comunicado hace pensar al abogado defensor que la decisión estaba tomada de antemano y que la vista ha sido un simulacro. Desde luego, sorprende que el más alto tribunal, en escasos minutos haya examinado y contrastado todos los argumentos, tomado una decisión que fija doctrina trascendente y redactado el comunicado.

8 Sin que se haya publicado la sentencia ni comunicado a los interesados, la Audiencia de Navarra ha ordenado la inmediata entrada en prisión de los encausados. El argumento de riesgo de fuga que se esgrime en prensa ya fue valorado en su día por el tribunal y no se admitió.

9 Aspiro a vivir en un estado de derecho. Esto significa, entre otras cosas, primacía de la justicia, respeto a la ley y a los procedimientos. Aunque espero que en la sentencia, cuando se publique, se imparta justicia y se fije doctrina, hay aspectos sobre los que revolotea la duda de que el más alto tribunal haya cedido a la presión de intereses políticos, ideología dominante, grupos organizados y medios de comunicación. Desearía que esa duda no existiera y la justicia fuera en todo independiente, sin sombras de sospecha. Es importante, aunque la referencia sea tópica, que la mujer del Cesar sea honesta pero, además, que lo parezca."


Es una sentencia lastimosa porque España necesita en estos tiempos difíciles, más que cualquier otro país de Europa, confiar en la Justicia porque su democracia está seriamente deteriorada y los españoles cada día más divorciados de su clase dirigente y del mismo sistema. Por desgracia, esta sentencia, celebrada con champagne por las feministas más radicales y llenas de odio al macho, no va a contribuir a mejorar el país.

Y dos reflexiones colaterales: (1) Para desgracia de todos, la otra manada, la "manada política", la que viola continuamente la Constitución, más peligrosa y delictiva que la que ha sido condenada por el Supremo, sigue libre entre nosotros, ocupando instituciones y palacios, impune y llena de poder y privilegios. (2) Si te viola una manada de españoles, el feminismo te apoyará y los jueces podrían asustarse, pero si te viola una manada de extranjeros inmigrantes, nadie dirá nada porque el feminismo "progre" guardará un silencio vergonzoso y cómplice.

Francisco Rubiales