El acuerdo suscrito el pasado domingo entre Eusko Alkartasuna y la izquierda abertzale alienta las expectativas sobre un próximo comunicado de ETA, que podría ser la antesala de un cese definitivo de la violencia. Hay incluso quien habla de un anuncio inminente, pero yo prefiero ser cauto.
Es obvio que ETA tiene que hacer pública, antes o después, su posición en relación con los movimientos de la izquierda abertzale que, a mi juicio, no tienen ya marcha atrás. Sin embargo, es igualmente cierto que resulta dífícil vaticinar los movimientos de ETA y el propio pulso interno entre quienes han interorizado el agotamiento de la violencia y quienes piensan que ésta aún puede ser un elemento de presión en una hipotética negociación con el Estado, que nunca será como habían imaginado porque los tiempos tampoco son los mismos.
Os dejo un enlace a un artículo publicado ayer en el diario El Correo, en el que su autor, Ramón Zallo, profesor en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, analiza las señales que permiten albergar expectativas razonables de paz, dibuja el escenario de un nuevo esqueña de diálogo y pone el acento en las contradicciones del PSOE y su dependencia del PP. Una reflexión interesante, hecha desde el sentido común y el análisis riguroso de la realidad que ahora vivimos.
http://www.elcorreo.com/vizcaya/prensa/20100623/opinion/democracia-inmovilismo-20100623.html