El día que yo por un lado temía se acerca. Como ya os he dicho en alguna ocasión, no vamos a tener más hijos, por tanto el Peque no podrá tener hermanos. No fue una decisión, fue un hecho que asumimos cuando el nene vino al mundo después de muchos contratiempos, dificultades y sufrimiento. Esta es nuestra situación, y aunque en un principio confieso que me costó asumirla, de poco sirve lamentarse, apenarse o maldecir. Aceptar lo que te toca es el modo más sencillo y directo de alcanzar una tranquilidad y una felicidad, o al menos así lo veo yo.
Pero muchos amigos y compañeros de clase empiezan a tener, sino tienen ya, hermanos pequeños. Las reuniones en el parque están formadas por ellos haciendo el loco entre toboganes y columpios y los carritos de los hermanitos y hermanitas.
Mi hijo es muy sensible y perceptivo y no hay bebé que se escape de sus sonrisas y carantoñas. Nunca hasta ahora había mostrado excesiva curiosidad, ni me había preguntado nada. Aunque yo sabía que llegaría el momento en el que se plantearía el tema, que empezaría a pensar "qué es un hermano".
Al principio temía ese momento, cómo explicar a un niño pequeño que mamá no va a tener más hijos, que no habrá hermanos. Pero como siempre mi hijo me sorprende. Ya sabéis de su mejor amiga del cole E., ya sabéis el cariño que la tiene, las muestras de afecto que la regala. E. como buena niña espabilada (dan veinte vueltas a los niños, las cosas como son) ya va contando por ahí que mi peque es su novio. Mi hijo ni entiende que es eso de novios. Yo la verdad que no le he hablado de eso, ni me parece necesario, son cosas que irá descubriendo por sí mismo. Cuando pregunte, como siempre contestaré a sus dudas pero calificar como novia a su amiga me parece un poco excesivo e incluso precipitado.
El caso es que la pasada semana salimos del parque después de haber jugado con su amiga, salía contento y sonriente. Y me dijo algo así como: -"mamá me lo he pasado muy bien con E., la quiero mucho, es mi hermana, ¿verdad?". Me dejó pasmada.
Le tuve que explicar que E. no era su hermana, sino su amiga, su mejor amiga y por eso la quería tanto. Le expliqué, sin entrar en profundidad, que los hermanos tienen los mismos papás. A los niños hay que darle la información justa, contestar solo a lo que preguntan, sino puedes confundirles. Con esta sencilla explicación se quedó conforme y pensativo. No me ha vuelto a preguntar sobre el tema, pero sé que su cabecita anda dando vueltas al asunto.
Por un lado sé que cuando lleguen las preguntas directas las contestaré con naturalidad, como he hecho con otros temas. Pero no puedo evitar pensar qué sentirá cuando le diga que él no tendrá hermanos. Bien es cierto que tiene una prima con la que tiene un vínculo muy estrecho, pero no es lo mismo.
Ya os iré contando como vamos capeando esta nueva faceta de preguntas emocionales.
