Revista Diario

Sentimientos

Por Ladya
Hace algún tiempo leí en el foro de crianza natural una entrada de una mama que me impresionó mucho. El texto era una carta que había enviado a los periódicos para publicarla, cosa que dudo que hicieran...

¡Dejad en paz a las madres!
Cuando una pareja tiene un hijo necesita respirar, no necesita visitas durante semanas, siquiera bombones. Necesita cariño, a veces una ayuda para limpiar en casa y no que le arranquen a un hijo de los brazos y se juegue a las casitas.  Cuando una madre está dando el pecho, lo que está de más son los comentarios y los que se las dan de “expertos”. Necesita ánimos y tranquilidad, que se genere la confianza. Nada de personas alrededor mirando el reloj, prediciendo los grandes desastres, generando ansiedad, criticando el número de tomas.Cuando una madre continua dando el pecho después de lo la gente considera habitual, las opiniones sobran, más sobra la mala educación, la ignorancia diría yo. Para los no informados, que se dan en todos los sectores desgraciadamente: la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda mínimo dos años de Lactancia Materna y expone que es algo personal entre madre e hijo. Sobra decir, que no hay que faltar el respeto a una madre por amantar a su hijo, ni que otro intente asumir el control del destete, nadie debe marcar horarios, ni aconsejar leches de otra especie.Si aún así, sigues queriendo influir en una madre, como mínimo haz el favor de informarte con seriedad, con lo que aporta la ciencia.
Yo soy de esas que da la teta, con un niño de 18 meses, más sola que acompañada, más juzgada que respetada. Y quiero gritar a pleno pulmón lo que no he hecho en todo este tiempo:¡No ayudéis, pero tampoco fastidiéis!  Fuente: Sergic2008 ( foro Crianza Natural )


SentimientosAl leerla me sentí muy identificada, no por el tema de la lactancia, con el cual nunca he tenido ningún problema y todos me han apoyado ( bueno, en alguna ocasión si que me he sentido algo presionada por PapadeAlex, porque al principio igual estaba un poco celosillo, pero nada importante ). Lo que me llego muy dentro fue la primera parte, donde dice que necesitamos respirar, que no necesitamos visitas ni bombones y que tampoco queremos que nos arranquen a nuestro bebe de las manos.
Creo que yo nunca hubiera sido capaz de expresar con tanta fuerza como me sentí yo después de parir. Estaba muy cansada, sin dormir durante más de 24 horas y llegó alguien que , queriendo ayudar, me hizo más daño del que pensaba: Mi suegra.
Desde el mismo momento en que nació Alex, mi suegra parecía poseída por alguna especie de obsesión por su nieta. Tras salir del paritorio fue la primera que vino corriendo, se subió en el ascensor con nosotras, entró la primera en la habitación,... Yo, en ese momento, no quería estar con nadie más que con mi hija y su padre, pero me encontré con toooooda la familia política y con mi madre.
Puestos a compartir el momento, habría preferido que fuera mi madre la que estuviera en el ascensor y que fuera la primera en entrar en la habitación. Por extraño que pueda sonar, en ese momento me sentía más cercana a mi madre de lo que haya estado jamás.
Durante los días que pasé en la maternidad, hubo otro incidente que me jodió bastante y que todavía me produce malestar. Estaba yo muy cansada, sin apenas dormir en 48 horas. PapadeAlex se había ido a casa a ducharse y comer algo y me quedé con mi suegra. Para que yo pudiera comer y descansar un poco, mi suegra cogió a la niña en brazos durante bastante rato ( por no decir varias horas...) y cuando le pedí que me la devolviera para ponerla al pecho me hizo un gesto.... ¿como explicarlo? Agarro fuerte a la niña contra su pecho a la vez que se apartaba un poco de la cama y ponía cara de... "por encima de mi cadáver". Esa actitud me dolió tanto, que hasta hoy seguimos arrastrando los problemas.
No creo que nada de lo que haya hecho o dicho mi suegra desde ese día haya sido con mala intención, pero han habido momentos duros. Las dos nos hemos comportado como imbéciles y no damos nuestro brazo a torcer.... pero, por mucho que lo intente, lo que sucedió aquellos días no creo que pueda llegar a olvidarlo. 

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