Son muchas las veces que nos han hecho creer que las emociones son la causa principal del fracaso de la inteligencia, pero la realidad, tal como nos ha demostrado *1Antonio Damasio (médico neurólogo portugués), no existe una inteligencia cognitiva y una inteligencia emocional.
Las emociones influyen en el proceso cognitivo pero este proceso también influye en las emociones, ¿y cómo ocurre esto?. En lo más profundo del cerebro encontramos el área límbica, la sede de nuestras emociones, y , en contraposición, la corteza cerebral dirige las funciones cognitivas, lingüísticas y lógicas. En un lugar más prominente situada en la parte anterior del cerebro encontramos los lóbulos frontales y allí residen las capacidades de tomar decisiones y crear planes de futuro. Los lóbulos frontales se conectan mediante vías neuronales con el área límbica creando unas conexiones muy estrechas con las emociones.
Viendo cómo funciona nuestro cerebro podemos concluir que la verdadera inteligencia, la que se transforma en conducta y acción es una mezcla de conocimiento y sentimiento. Por lo tanto no existe una inteligencia cognitiva y una inteligencia emocional separadas sino una sola entidad.
¿Entendemos ahora por qué es tan importante poseer una buena gestión emocional? Nuestras emociones se vuelven irracionales cuando se apoderan de nuestro corazón y de nuestra mente y nuestra única salvación, tal como dijo Spinoza es “hacer racionales las pasiones”.
*2Distingamos primero los tres grupos de experiencias afectivas : impulsos, sentimientos y apegos.
Los impulsos incluyen los deseos, las necesidades, la motivación y la curiosidad.
Los sentimientos son la lectura cognitiva de lo que experimentamos. Satisfacción, alegría, calma, tranquilidad son ejemplos de sensaciones positivas; el miedo, furia, rabia, frustración, tristeza, nos indican que estamos bloqueados por no superar algún obstáculo.
Los apegos son relaciones profundas de afecto que nos unen con otras personas, cosas o situaciones.
Esta distinción es importante tenerla en cuenta si se quiere analizar nuestra vida íntima sin correr grandes equivocaciones en nuestras relaciones afectivas, puesto que la mayoría de los fracasos de la inteligencia afectiva consiste en confundir los afectos.
En el próximo artículo conoceremos por qué tenemos tantos fracasos afectivos!
*1 “Sentir lo que sucede” A. Damasio
*2 “La Inteligencia fracasada” J.A. Marina