Foto: Hugo Sánchez
Aún habrán de pasar unos días para que concluya la primera fase de este proceso y tengo la impresión de que estamos hasta la coronilla de oir hablar tan machaconamente, en todas partes y a todas horas, de un tema del que opino que, pensemos lo que pensemos, estemos a favor o en contra, pocos entenderemos como pudo llevarnos tan lejos.De las distintas consideraciones que lo rodean destaca la de opinar respecto de la legitimidad de una consulta que, si la analizamos bien e independientemente de lo que al respecto exprese la constitución, no parece estar muy licitada...Y es que si rebajamos el tema a una escala de comprensión:-. Personalmente no conozco a ninguna familia que votase para segregar su vivienda de la Comunidad de Propietarios a la que pertenece la finca.-. Ni ninguna casa cuyos miembros decidan si quieren seguir perteneciendo y cotizando a un determinado ayuntamiento o no.-. Ni tampoco calles que decidiesen lo propio.-. O municipios que optasen por dejar de formar parte de una provincia o región...Lo que sí conozco, por parecer tendencia más actual, es a pueblos que quieren sumarse, que aspiran a anexionarse a proyectos comunes que les hacen más justos, más competitivos, más fiables y más fuertes.
Considero cualquier nacionalismo egoísta en lo económico,racista en lo étnico y tribal en lo patriótico(Vicente Baos)Una región como la catalana que nunca fue soberana y que, por otra parte y como un miembro más, integrada en una de las naciones más antiguas del mundo, no puede decidir una secesión por muy bien que se la vendiesen y por mucho que la justificasen sus líderes políticos. Tal necesidad no es más que un sentimiento anómalo, algo que emanaría de una supuesta superioridad que bien puede recordar al fascismo, al más puro estilo de los arios.
En el origen de todo este galimatías: 1/ la forma en la que trazamos la España de las Autonomías: hemos permitido demasiados agravios sin ponerles frenos a tiempo (inmersión lingüística, enseñanza, etc...); demasiado desarraigos e injusticias que nos fueron llevando, paso a paso, hasta el lugar en el que actualmente nos encontramos. 2/ la ley electoral, la constitución de unas cortes en las que unas minorías nacionalistas han ido creciendo desde su papel de bisagra, haciendo imprescindible su apoyo, un apoyo del que en numerosas ocasiones dependió el gobierno de un país, y por lo que estos separatistas, maquillados de nacionalistas desnatados, supieron obtener las inconvenientes ventajas para sus fines.
De cuanto ocurra a partir del 1 de octubre, y aún colocándonos en el mejor de los escenarios, nos quedaría un enorme trabajo por hacer y en el sentido de revertir toda la ideología que se fue sembrando, en el de limpiar tanta basura propagandística con la que se fue contaminando a este pueblo desde la calle, las televisiones autonómicas o los centros de enseñanza, durante décadas...