Revista Belleza
No es que quiera ser pesada con el tema, pero seguro que todas coincidiréis conmigo en la importancia de una maleta bien hecha. No se vosotras pero yo, al menos, he tenido que sufrir en varias ocasiones la molestia que significa llegar a un hotel y darte cuenta de que no tienes pijama (en invierno y con un frío que pela), llevar un montón de vestidos y no incluir unas tristes sandalias con las que ponerlos o llegar a Berlín en Semana Santa sólo para descubrir que tus botas de agua se quedaron en el armario, bien guardaditas y al calorcito del hogar.
Cuando hablamos del neceser este tema también es de vital importancia. Por ejemplo, cuántas veces no habré echado en falta una de esas gomas de pelo que tengo por toda la casa? O el cortauñas, las tijeritas o la pasta de dientes. Aún recuerdo una ocasión en la que me desplacé para asistir a una boda y no se me ocurrió llevarme ningún tipo de producto desmaquillante para cuando regresara al hotel. Creedme cuando os digo que retirar el maquillaje profesional de la peluquería (unos señores Smoky Eyes nada menos) con agua y jabón fue una de esas "experiencias" que no olvidaré en años.
Así, con la idea de redondear el discurso iniciado el martes con las minitallas de Kiehl's, os hablo en esta entrada de dos productos Made in Sephora que me compré para el mismo viaje a Reinosa del que os hablaba. Con uno de ellos repetiré y con el otro ni loca. ¿Queréis saber cuál es cual?
Agua Micellar Desmaquillante Triple Acción de Sephora: Uno de los grandes ausentes a la hora de componer mi neceser de viaje es el producto desmaquillante. En casa suelo usar un producto tipo aceite (o bálsamo) seguido por un gel facial y, aunque del segundo no tengo problemas para encontrar minitalla, del primero me suele costar bastante.
A parte de una minitalla del Aceite Desmaquillante de MAC de la que os hablé en otra ocasión y con la que no repetiría porque su envase no me parece suficientemente hermético (y además es cara de pelotas, ya que sacamos el tema), la mayoría de minitallas que me he encontrado son de Leche Desmaquillante, producto que no uso porque no me da buen resultado para mi piel.
Por otra parte, otro de los grandes quebraderos de cabeza que tengo es el desmaquillante de ojos, del que tampoco es tan fácil encontrar minitallas así como así. Por este hecho, pensé que el agua micellar, producto que sirve para ambos cometidos, podía ser un aliado interesante en mi neceser a la hora de ahorrar espacio y ganar versatilidad.
Con ese afán compré la minitalla del Agua Micellar de Sephora que veis en la foto sólo para comprobar que no me gustó su rendimiento ni como desmaquillante facial ni de ojos. Bueno, es cierto que para el primer cometido no va mal del todo pero en los ojos me escuece como si alguien me hubiera echado zumo de limón mezclado con vinagre y aderezado con sal. Vamos, un NO en toda regla. Quizás mi culpa sea haber ido en plan tacañona y no haberme comprado una minitalla del famoso desmaquillante de ojos bifásico de la misma marca pero, en cualquier caso, creo que para estas vacaciones repondré Agua Micelar de Bioderma que no me da ningún problema y que, si no me equivoco, también tiene tamaño viaje.
Toallitas desodorantes de Sephora: Este producto viene a suplir una necesidad crucial y muy básica en todo neceser (más cuando se trata de viajar a Tierras Castellanas en pleno mes de Julio): el cuidado de la Transpiración. Vamos, no es que sea mucho problema pero sí que es cierto que no tiene mucho sentido componer un neceser de minitallas en plan Tetris para luego cargar con el bote de Rexona tamaño industrial que tengo en casa.
Como no me gustan ni los desodorantes en Roll-on ni en crema, cuando vi estas toallitas no pude evitar pensar que podrías ser un gran aliado y, efectivamente, no me equivoqué. No sólo el paquetito es cómodo, práctico y muy fácil de llevar, sino que el líquido desodorante que llevan me parece potente y muy funcional, de estos que anularían el olor hasta de un Hombre de Atapuerca tras una Cacería de Mamut*.
Así, desde que las probé estas toallitas se han convertido en mis aliadas imprescindibles tanto en viajes como en los "kit de boda" pues recordemos que perder Glamour a chorretones en la boda de tu mejor amiga no queda nada bien en las posteriores fotos de Facebook. Es más, si no fuera porque me arruinaría pero bien, usaría estas toallittas a diario.
Y con esto y un bizcocho acabo mi reflexión sobre las minitallas, al menos, hasta que decida si adquirir nuevas para este viaje o no. Un beso y hasta la próxima
* Esto es una licencia poética, no tengo ni la menor idea de si el Mamut formaba parte de la dieta del Homo Antecesor aunque tengo dudas de que sus generosas curvas se dejaran mostrar por las latitudes burgalesas. Si alguien puede arrojar algo de luz a esta cuestión, lo agradecería.