Una flor mis sueños desperezan el opio impostor donde muere la libélulaY vuelven vestidas para cantarlas sirenas a mi portalLuces de neón maquillan tu rostro brillante disfraz de polvo de estrellas y el sol por fin muere el batirmi fe sus alas de ceraayer y hoy, ayer y hoy
Renacen sacudiéndose ceniza de crisálidalos días veniderosDoblando sus campanas tras la pistaveo a Ícaro en el cieloy ya no cae.
Recobran sus colores las mejillashoy benditas y carnales del silencio un paraíso explota en la palma de mi manomientras siento que ya no cae
El héroe se suicida y nace el hombre colocando a mi guardián entre el centenose inventan laberintos de la ruinacon su minotauro hambriento.Renacen sacudiéndose ceniza de crisálidalos días veniderosDoblando sus campanas tras la pistaveo a Ícaro en el cielo
y ya no cae, no cae. © David de Dorian, 2014
