No temas si la mañana despunta solitaria y gris
y te despierta el aullido de las sirenas en el polígono,
es septiembre que vierte su sangre
de hojas resquebrajadas
y huesos triturados
sobre la alfombra del día
mas nada hay que temer
el horizonte siempre guarda
las promesas inalcanzables del verano
para hacerse realidad
en la locura otoñal.