La nariz está soportada por un tabique nasal que se compone de cartílago y hueso. También separa las fosas nasales y forma una pared entre ellas. No es común encontrar un tabique nasal perfectamente recto y en la mayoría de las personas pueden estar ligeramente desviado, torcido o roto.
Septoplastia para la desviación del tabique nasal
Las ligeras imperfecciones en el tabique nasal generalmente no causan problemas, pero para algunas personas, un tabique desviado puede causar problemas de respiración, ronquido, apnea del sueño, y una nariz torcida estéticamente.
Un tabique desviado puede ser una condición que comienza desde el nacimiento (defecto congénito), pero está más a menudo asociado con el crecimiento normal durante la pubertad. A veces, el tabique nasal puede ser fracturado, causando una desviación o una nariz torcida.
¿Qué es septoplastia?
La reconstrucción quirúrgica de un tabique nasal desviado se llama septoplastia o reconstrucción del tabique. Dado que esta condición se asocia a menudo con otras condiciones, la septoplastia se puede realizar con otros procedimientos para tratar problemas respiratorios, apnea del sueño, sinusitis crónica o pólipos nasales.
El cirujano puede usar un instrumento con luz llamado endoscopio, que es lo suficientemente delgado como para pasar a través de las fosas nasales y permitir al cirujano ver el tabique. Se hace una incisión a través de los tejidos blandos y se procede a enderezar o recortar el cartílago del tabique desviado bajo anestesia local o general. Después de la reconstrucción, la nariz se tapona con gasa para evitar el sangrado. Le puede dar sueño a causa de la anestesia, que desaparecerá en unas pocas horas. Si el procedimiento se realiza de forma ambulatoria, se le puede permitir ir a casa el mismo día cuando se haya recuperado de los efectos de la anestesia. Sin embargo, es posible que necesite que un compañero lo lleve a casa. También tendrá que respirar por la boca hasta que el cirujano quite el paquete nasal después de unos días.
Aparte del dolor, sangrado y los hematomas, puede experimentar entumecimiento, secreción nasal, fiebre o infección después de la cirugía. El médico puede prescribir antibióticos para la infección y analgésicos para sus otros síntomas. La infección puede resultar en la formación de un absceso nasal, pero las complicaciones más graves incluyen la septicemia (infección generalizada), endocarditis (compromiso del corazón) o meningitis (en el cerebro). Llame a su médico si experimenta sangrado excesivo, fiebre o dificultad para respirar.
Otras complicaciones comunes incluyen la perforación septal, la dislocación del tabique, y la deformidad nasal. Esto puede llevar a problemas en las vías respiratorias y deformidades visibles de la nariz. Las complicaciones menos comunes incluyen la pérdida del olfato y la ceguera. Se pueden hacer procedimientos adicionales para corregir algunas de estas complicaciones y mejorar el resultado.
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