Que la democracia ha sido desplazada, no hay lugar a dudas, las pruebas son los gobiernos técnicos griego e italiano. Gobiernos impuestos por Los Mercados y ajenos a la ciudadanía. Gobiernos salvapatrias colocados a dedo por la dictadura de Los Mercados.
Miembros, ambos nuevos presidentes, de la Trilateral y del club Bilderberg, ¡oh casualidad! Además Mario Monti es consejero de Goldman Sachs, el grupo financiero de inversiones más importante del mundo.
Y lo grave –mientras Berlusconi se dedica a cantar canciones al estilo napolitano-- no es que estén ahí, que lo están, lo grave es que, como ha hecho Monti, el nuevo presidente italiano, se jacte, se chulee, presuma de que no hay políticos en el nuevo ejecutivo: “La no presencia de políticos en el gobierno ayudará, en lugar de obstaculizar, porque le quita un punto de bochorno”. Sobra decir que él fue comisario de la Comunidad Europea, pero se ve que eso no es ser político.
Tremenda esta afirmación, que pone en cuestión a los políticos elegidos por los ciudadanos y presupone que los técnicos son mejores gobernantes. La próxima vez, para gobernar, no será necesario convocar elecciones, simplemente llamaremos a Monti para que nos monte un gobierno.
Este gobierno italiano representa lo más granado de la sociedad transalpina, ahí están representados la Iglesia, el mundo empresarial, la Universidad, el Ejército, y, como no, la Banca. Lástima que no se hayan acordado de los sindicatos o de asociaciones de derechos humanos, seguramente se les habrá olvidado o quizá estorben y pudieran obstaculizar las medidas desgraciadas que se tomarán, que naturalmente serán más recortes para los de siempre.
Un gobierno compuesto, entre otros, por un general, varios profesores, empresarios y como no, un banquero de alcurnia: Corrado Passera. Un pájaro de altura. Se trata, ni más ni menos, del consejero delegado del segundo banco italiano, algo así como el Francisco González –del BBVA— italiano. Aquí no se andan con chiquitas. Por cierto, la cartera de exteriores va para el que era embajador de EE.UU. y hombre de confianza de la Casa Blanca, otra casualidad muy casual.
Un gobierno de diecisiete miembros, con una media de 63 años –qué gozada pensar que todavía puedo ser ministro--, donde Monti se ha reservado el cargo de presidente y de ministro de economía, no quiere que se le escape ningún hilo. Y de esos diecisiete componentes, tres mujeres –signo de igualdad de género como se puede ver—. Todos ellos seleccionados por un presidente que no ha sido elegido por los votos ciudadanos. Gente de confianza de Monti. Profesionales que entran en política al servicio de un patrón. De un patrón que está al servicio de Los Mercados.
“En ocasiones veo técnicos”, dice un niño en un anuncio de la tele. Pues es posible que de ahora en adelante no sea en ocasiones, sino a menudo. Por cierto, ¿respetarán Los Mercados al gran Rajoy o tendremos otro gobierno técnico en nuestro país? Porque ya han visto que presidentes de distinto signo político han sido reemplazados por técnicos. Y ahora con la prima de rescate a 500 puntos, cualquier cosa puede pasar.
Malos tiempos para la democracia, cuando se invoca a los técnicos. Los nuevos dioses de Los Mercados. Como si los políticos elegidos no fueran técnicos. ¿Por qué hemos de creer que los técnicos puestos por Los Mercados son mejores que los que han sido elegidos por los ciudadanos? ¿Acaso no son técnicos los economistas, profesores, empresarios y demás fauna política que puebla los parlamentos? ¿Por qué son peores o menos técnicos que los que ponga un tipo que se llama Monti?
Sólo hay una razón, porque tienen la confianza de Los Mercados, y como tales harán lo que ellos digan, sin rechistar. La incompatibilidad entre Los Mercados y la democracia cada día es más clara.
Malos tiempos para la lírica. Los Supermarios crecen como setas y sepultan a la democracia.
Salud y República