Revista Opinión

Sepúlveda-Mato, matrimonio sin recato

Publicado el 05 febrero 2013 por Rgalmazan @RGAlmazan

Dios los cría y ellos se juntan. Aunque luego se separen. Pero, es verdad que los lazos que crearon en este caso no los separa ni dios, ni la Gürtel, ni el PP. Y aunque oficialmente separados, unidos en un objetivo común: “A vivir que son tres días”.

Gente encantadora, él un chico para todo, ella una mujer superior, ambos del clan de Valladolid. Él, un “astuto hombre de negocios”, ella, una política con carita buena, de las que parece que no han roto un plato. Él, trabajó unos años de abogado antes de profesionalizarse en la política, ella sólo ha sido política, que no es poco. Los dos pijos de pro, de los güenos, de los de estirpe recia.

Ambos ambiciosos, gente de buena familia que les ha permitido alejarles de la clase media y entrar en la noble clase alta. Él, siempre dedicado a hacer negocios, ella, dedicada a medrar en política y a competir en moreno con Zaplana y Julio Iglesias.

Estas cuestiones provocadas por su “magnífico ADN”, les ha llevado a pertenecer a esa burbuja politiquera que tan lejos vive del mundanal ciudadano. Su lugar de residencia es el pueblo del que fue alcalde el mismo Jesús Sepúlveda, Pozuelo, hasta que tuvo que dimitir por su implicación en la trama Gürtel.

Pues bien, a pesar de haber dimitido de alcalde, en Génova le acogieron como un empleado de nivel, eso sí, para que no le vieran por allí, ha seguido trabajando –por lo menos, cobrando—, estos últimos cuatro años del Partido Popular, del que ya se sabe que el 90% de sus recursos “conocidos” es dinero público.

Como pueden ver y como ha dicho Floriano, a estos peperos tan ligeros y disolutos, les cuesta aplicar la reforma laboral a sus “ejemplares trabajadores” como Bárcenas o el mismo Sepúlveda que hoy sigue cobrando (de Bárcenas sabemos que hasta hace veinte días figuraba todavía como tesorero en la web del PP y que disponía de coche, secretaria y chófer a su servicio, a cargo del PP).

Ayer escuché decir a Marhuenda –director de La Razón y vocero oficial del PP—que el partido lo hacía por humanidad. Hay que tener humanidad con el pobre Sepúlveda, mientras todos los días se aplican EREs sin contemplaciones y se despiden por tres duros a trabajadores sin motivo, gracias a la Reforma Laboral tan estupenda que han conformado estos peperos. Por cierto que Floriano --el número tres del partido--, en sus declaraciones, ha echado la culpa al estatuto de los trabajadores. Sin duda, este estatuto vapuleado, diezmado y destrozado por el PP, resulta que ahora no permite despedir trabajadores imputados por ser presuntos delincuentes. ¡Cosa veredes mio Cid, que faran fablar las piedras!

Y mientras tanto, la ministra Mato -cuyos méritos para llegar hasta el gobierno son desconocidos por los ciudadanos, entre otras cosas por sus escasas comparecencias y por no saber casi nada de ella, salvo sus obras como son los recortes que ha aplicado a la Sanidad Pública- también ha gozado de los servicios de la trama Gürtel, y además a gran escala. Varios acontecimientos familiares, como viajes sola o acompañada de sus hijos a destinos españoles o extranjeros, celebraciones de cumpleaños o de primeras comuniones, así como regalitos de Louis Vuitton –según la policia—han sido pagados por los chorizos de Correa y El bigotes.

Eso sí ella no ve, no sabe, no se acuerda. Por ejemplo de los regalos dice que no se acuerda de esos bolsos de Vuitton y que si los tuvo ya no los tiene. Pero es que tampoco la extrañó a la pobre que en el garaje de su hotelito, en Pozuelo, aparecieran de la noche a la mañana, un Jaguar y un todoterreno poderoso. Y es lo que tiene llevar buena vida, estas pequeñeces ni las notas. Y si no, pues basta echar la culpa a su marido que ya está imputado en la Gürtel y decir que todo lo pagaba él, aunque se sepa que ella tenía una cuenta conjunta con Sepúlveda.

En fin, de dimitir nada, la ministra es buena, modosa, medio monja y la pobre ha sido engatusada por su marido. Es una pena lo que sufren las mujeres con maridos así, pensemos en la pobre Infanta Cristina, otra sufridora de primera, o en Ana Botella que tuvo que ir a ver a su marido a un Spa en Portugal, a pesar de la desgracia del Madrid-Arena. Cómo son algunos consortes.

Además, que todo el mundo sepa que la apoya Rajoy, quien dice haber comprendido lo que está sufriendo con esta persecución mediática y política. Otro contubernio inventado por la maldita oposición y por los infames periodistas que se ceban con los mejores.

Por cierto, aunque supongo que ya lo habían visto, aquí les dejo una intervención de tronío – y jura que no estaba dopada--, que demuestra la valía de esta ministra, hoy injustamente apaleada por envidiosos opositores que no son capaces de ver los inmensos méritos de la recortadora de derechos sanitarios:

Y que yo sepa, cuando cierro este post, la ministra sigue sin conjugar el verbo dimitir. ¡Una maravilla!

Salud y República


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