La ONU alertó que el planeta se calentará 1,5 grados en los próximos 19 años. El fenómeno tendrá consecuencias devastadoras para Sudamérica: eventos extremos más frecuentes, suba de la temperatura media en la zona de los Andes centrales y en la Patagonia, derretimiento de la Antártida, mayores sequías y olas de calor más extremas.
Lea también:
La Isla Santa Lucia amenaza con retirarse del Grupo de LimaEEUU: El mayor incendio activo en California ya ha quemado casi 200 mil hectáreasAsí lo detalla el Grupo I del reporte AR6 elaborado por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés) que se conoció hoy y que contiene miles de páginas con proyecciones científicas pasadas y futuras que evalúan el impacto de las actividades humanas en la Tierra.
“El calentamiento que estamos viviendo hoy en día es irreversible. Como resultado de esta influencia en el clima estamos observando cambios generalizados, rápidos, que se están intensificando en todas las regiones del mundo” explicó Maisa Rojas Corradi, climatóloga, académica de la Universidad de Chile, directora del Centro de Ciencias del Clima y la Resiliencia (CR)2, autora principal Coordinadora del informe del IPCC (AR6) en diálogo con periodistas de América Latina.
Corradi aseguró que “Hoy no existe región en el planeta en que no estemos observando estos cambios. Hay muchos cambios que son irreversibles. En particular la Antártida. El aumento del nivel del mar es irreversible a escala humana y no humana”.
El reporte elaborado por 234 científicos de 66 países advierte que, si bien reducciones fuertes y sostenidas de dióxido de carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero limitarían el cambio climático y beneficiarían rápidamente en la calidad del aire, podrían pasar de 20 a 30 años para que las temperaturas globales se estabilicen.
“La temperatura global superficial en 1,1ºC también es irreversible en nuestra escala de tiempo, no así en cientos o miles de años. La podemos limitar una vez que lleguemos a emisiones netas cero”, agregó la científica.
Los últimos eventos extremos de calor en el hemisferio Norte, así como las inundaciones de megaciudades como Nueva York, Pekín o Londres, son solo muestras de cómo la crisis climática afecta la biodiversidad en el planeta.
El informe estima que es “prácticamente seguro” que los extremos cálidos (incluidas las olas de calor) se han vuelto más frecuentes e intensos en la mayoría de las regiones terrestres desde la década de 1950. Algunos picos de calor observados durante la última década habrían sido “extremadamente improbables sin la influencia humana en el sistema climático”.
También se estima que la crisis climática provocada por el hombre ha contribuido al aumento de las sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones del planeta debido a la suba de la evapotranspiración de la tierra. Las zonas más afectadas por este fenómeno serán el Mediterráneo, el sur de África, así como partes de Australia, Sudamérica y el suroeste de América del Norte.
Con información de Infobae.