Esta temporada, mi vena urraca está más latente que nunca. Es detectar el destello de una lentejuela al entrar en una tienda y, allá voy como en trance. Para estas fiestas lo tengo muy claro, un vestido de sequins, pailletes o lentejuelas de toda la vida, es la elección perfecta. Aquí os dejo algunos ejemplos como aperitivo..