Revista Opinión

Ser considerado facha en España empieza a ser un orgullo

Publicado el 07 diciembre 2017 por Franky
La crisis catalana y el desprestigio de las izquierdas, en especial de Podemos, están logrando que ser considerado facha, antes un estigma, sea ahora todo un orgullo. El sentimiento de orgullo por ser español, adormilado por culpa del desprecio de la izquierdea a la bandera, al himno y a la palabra "España", sustituida por "este país" o "Estado español", está resucitando con fuerza, hasta el punto de que ser considerado "facha", si eso equivale a amar a tu patria y sentir orgullo de ser español, empieza a ser una distinción, en lugar de un estigma. --- Circulan por Internet, con gran acogida y éxito, textos que reivindican todo lo que las izquierdas han odiado y estigmatizado en las últimas décadas y que pretenden convertir el amor a la patria y a sus símbolos en un rasgo constitutivo de la españolidad. Ese orgullo de ser español, frente al desprecio a España y a sus viejos símbolos, propugnado por las izquierdas, es todo un cambio importante en la ciudadanía española, que después de fenómenos como la rebelión independentista catalana y las reiteradas corrupciones y traiciones de los partidos políticos, parece querer refugiarse en el sentimiento de orgullo patrio para iniciar la regeneración deseada y el resurgimiento de una nación postrada y debilitada por la miseria de los políticos.

Esos textos patrióticos que circulan con fuerza por las redes podrían resumirse, como ejemplo, en el siguiente:

"La izquierda radical dice que eres un facha si quieres a tu país, a tu patria y a tu familia, si quieres que tus hijos crezcan con un padre fuerte y una madre protectora, si deseas ganarte la vida con tu propio esfuerzo, no con el de otros, si te gusta la historia de tus antepasados y si no te avergüenzas de quienes fueron tus abuelos, qué hicieron y en qué creyeron. Según ellos, es facha que escribas y digas España en vez de Estado Español, que añores tu tierra cuando estás en el extranjero, que quieras defenderla de quien quiera ocuparla, mancharla o destruirla. Dicen que eres un facha si te gustan Cervantes, los tercios viejos, la cruz de Borgoña, tu bandera y tu himno, como también lo eres si prefieres la libertad individual al dominio del Estado y si piensas que la educación, el mérito y el esfuerzo deben ser tenidos en cuenta y valorados mas que la vagancia, la vulgaridad y la dependencia del poder. Si eso es así, entonces, para mi, ser facha es un orgullo y una distinción que me eleva por encima de la chusma."

Los izquierdistas, los corruptos y miserables que están habituados a ordeñar el Estado y los ciudadanos abducidos por la que probablemente es la peor clase política de Occidente pondrán el grito en el cielo y acusaran a los que amamos la regeneración y sentimos orgullo de patriotas de ser fascistas pros, pero la verdad es que la resurrección de esos viejos valores y sentimientos, que parecería insólita e increíble hace tan sólo cinco o seis años, es hoy una realidad cargada de esperanza.

Los nuevos sentimientos y valores irrumpen hoy en nuestra vida con fuerza y transforman la sociedad, condenando al fracaso las ganas de gobernar de partidos como el PSOE, Izquierda Unida, Podemos y los odiados nacionalismos, todos ellos unidos por el desprecio y, en el caso de los nacionalistas, el odio a España y a sus símbolos y tradiciones.

Ese sentimiento regenerador no salva al PP, un partido que también ha compartido casi todos los vicios de la izquierda, incluyendo el desprecio a las esencias de España, aunque ahora, a última hora, haya tenido el sabio reflejo de sumarse a la corriente de resurrección del sentimiento español. Pero es tarde también para el PP, un partido que ha apostado por defender las autonomías en lugar de suprimirlas o debilitarlas, como desea el grueso de la sociedad española, y que ha promovido el nacionalismo pactando con los peores enemigos de España en Cataluña y el País Vasco, entre otras muchas renuncia y vicios propios de la izquierda, adoptados vergonzosamente por ese partido, incompatible también con el resurgir de España por estar impregnado de corrupción y falsedad.

El sentimiento de orgullo de ser español es el preludio de otro sentimiento que ya despunta y que irá creciendo con fuerza en los próximos años, desde el corazón de la sociedad española: el deseo de regeneración y de resurgimiento, equivalente al deseo de conseguir un país mucho mas justo, digno y decente que éste que nos han construido nuestros políticos fracasados,

Por fortuna, ahora sí, en España cansada de soportar a ineptos y canallas al frente del Estado, "empieza a amanecer".

Francisco Rubiales



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