Ser de izquierdas y tener un chalet de lujo

Los grandes medios de comunicación ha atacado de la forma despiadada a Pablo Iglesias por comprarse un chalet de lujo como los que poseen los miembros de la casta española. Los periodistas carroñeros de la derecha argumentan que el líder de Podemos no fue consecuente con su discurso de izquierdas. Estos reaccionarios de la prensa española incluso han recordado el famoso tuit de Pablo Iglesias criticando a un ministro de las oligarquías por comprarse un ático de lujo.

En primer lugar, Pablo Iglesias no ha sido inconsecuente con su discurso de izquierdas por comprarse ese lujoso chalet porque el deber de la izquierda no es vivir precariamente como lo hacen la mayoría de los obreros españoles. Si las mujeres y los hombres del pueblo no se compran un chalet es porque reciben unos salarios bajos que no le permiten esos lujos. Es decir, el pueblo no tiene vida del lujo porque no puede. De lo contrario, si los trabajadores pudiera tener mejores remuneraciones desearían darse los mismos lujos que cualquier diputado español. De ahí que es absurdo pretender que una pareja que milita en la izquierda tenga que verse obligada a vivir en un barrio obrero para demostrar su consecuencia como defensor de las ideas de izquierdas.

En segundo lugar, si es verdad que Pablo Iglesias fue inconsecuente al criticar a Luis de Guindos por su lujosos ático cuando tiempo después él mismo se compró su chalet con piscina. En este caso fue inconsecuente en su concepto acerca de las características que debería tener un político. Es decir, Pablo Iglesias sostenía que los políticos debería vivir de forma austera. Pero esto es un concepto errado del líder de Podemos. Luis de Guindos debía ser criticado por sus políticas de austeridad. No por su ático de lujo. De lo contrario estaríamos dando a entender que si Luis de Guindos viviera en un departamento mas modesto sería mas cercano al pueblo. Lo cual es absurdo. Si un gobierno se somete a los poderes económicos que dominan la Unión Europea esta en contra de los intereses del pueblo. Sin importar cual sea el nivel de vida de sus ministros.