Una persona puede cambiar de nombre, de calle, de cara... pero hay una cosa que no puede cambiar...no puede cambiar de pasión.El fútbol es pasión. Es raro que se cambie de equipo de fútbol. Se cambia, o se simula que es así, cuando tu pareja o tu suegro no tiene tus colores y das prioridad a razones sentimentales prácticas antes que al resultado de tu equipo. Pero es todo una farsa porque al final verás como hemos quedado en alguna página de internet. Ser del Pucela es sufrir. Es tener el culito apretado que diría Leo Harlem en aquella buena publicidad que hizo el club.
Si quieres ganar hazte del Real Madrid, si quieres perder finales hazte del Atlético de Madrid y si quieres jugar al Football Manager con parche de compras ilimitadas sin tener un puto euro hazte del Fútbol Club Barcelona. Lo demás comemos en su mesa cuando nos dejan y lo que nos dejan, pero mola eso. Mola no saber qué pasará y qué coño habrá preparado Murphy para este año. Puede que incluso se lesione para las primeras jornadas tu delantero estrella. La pasión también se mide en otras cosas, que aunque pueden ser menores son importantes porque atañen a la nostalgia y a los recuerdos grupales. Sí, voy a meterme en el jardín del escudo.
Este año el club (recuerdo que es una sociedad anónima y no es de aquí porque las empresas de vinos no han querido, por ejemplo) ha decidido eliminar el escudo más bonito de España para muchos y ha puesto uno más simplón, rozando lo pueril. A parte de la gente le ha parecido un acierto y a otra parte (con más constancia, perseverancia y altavoz) no. Es un acto de una empresa que no es pública pero que toca el tema de los sentimientos. No lo digo por lo del laurel que es algo que no me ha quedado muy claro y que al ser algo político me genera poco interés.
Incluso sabiendo que es una empresa y no un club deportivo creo que se ha tratado mal el tema. Han sido déspotas y la comunicación ha sido defectuosa llegando al esperpento de la empresa de Carlota y su despreciativa forma de ver las cosas en un vídeo. Cero empatía y no muchas más neuronas. Luego lo borraron. Tarde. A mí me molesta la insistencia cuando se han puesto comentarios reclamando su vuelta en posts que hablaban de sueños de niños y demás cosas similares. Me molesta que se cree fractura a nivel medio a sabiendas de que no se va a cambiar porque los dirigentes se crecen cuando miran desde su atalaya. Pero también os digo una cosa: están en su derecho de reclamar y hay que defender hasta la muerte la libertad de expresión, de los favorables y de los no favorables, incluso de los niños rata.
¡Ay, mis queridos niños rata! Yo he sido joven como ellos, gilipollas como ellos, gracioso incluso (me lo creía) pero nunca he organizado ataques en manada contra personas individuales porque es asqueroso. Entiendo que os puede generar una sensación de fortaleza ser alabados por la clá y que os mirarán las chicas de reojo con música reggaetón de fondo y eso aumentará vuestra virilidad hasta cosas sugerentes. Lo entiendo, os lo juro, pero tened un poco de conciencia. Os queda mucho por aprender, no seré yo el que dé ejemplo, pero no jodan a los que ya no tenemos edad para ponernos la gorra del revés. Disfrutad, mucho, debajo de vuestros perfiles sin nombre y con fotos de futbolistas, pero dejad a los mayores que juguemos a la petanca en paz. Menos mal que se puede bloquear en las redes, es muy sano. A mí no me molesta cuando lo hacen ni presumo de ello, solo me sirve para hacer comedia porque la vida es una comedia que nunca sabemos cómo acabará.
Este año será divertido, lloraremos de pena y de felicidad porque somos del Pucela y espero -de corazón- que la crispación quede eclipsada por el rodar del balón y que las mayores discusiones posibles sean cuando saquemos el entrenador que llevamos dentro y pensemos que uno debería jugar por delante de otro.
Desde este blog se añorará a Saidi Janko, siempre he pensado que puede ser un gran cómico.
Perdonad mis salidas de tono en Twitter, por favor, al igual que yo nunca perdonaré las vuestras. Queredme, soy así.
Por cierto, escribiré toda la temporada sobre el Real Valladolid. Me pierde el sentimiento.