Controlar a tu perro y que no sea tu perro el que te controle a tí es de radical importancia. Si no, afloraran múltiples problemas que dependiendo del carácter de tu perro pueden llegar a convertirse en verdaderos quebraderos de cabeza. De tener una mascota adorable podemos pasar a tener un animal descontrolado, que causa molestias o perjuicios a los demás y a nosotros mismos, poniéndonos muchas veces e apuros o en tensión.
Es por esto por lo que es imprescindible para todo dueño de perros conocer y practicar una serie de reglas prácticas para ser el verdadero líder de la manada. Siguiendo a Angela White, en su libro "Puppies" podemos enumerar las siguientes:
1- No te tumbes en el suelo o en un sillón permitiendo que tu mascota se tumbe sobre tí. Mantén el rol dominante permaneciendo sobre tu mascota tanto mental como físicamente. Una mascota con tendencias dominantes se sentirá más dueña de la situación si está encima.
2-Mantén el control de todos los juguetes de tu perro. Se tiene que dar cuenta de tú eres el que los posees.
3-Los juegos deben ser iniciados por tí, no por el perro. Sólo juega cuando tú quieras, cuando te sientas en condiciones de controlar el juego y cuando tu perro se ha dado cuenta de que tú eres quien empieza y termina el juego. Debes ganar todos los juegos.
4-No lances un juguete u objeto y permitas que el perro, una vez capturado, corra con él lejos de tí . El juego debe ser practicado primero con tu mascota con la correa puesta, hasta que veas que mantienes el control de la situación.
Si el cachorro gana por accidente, llámalo para que vuelva, mediante alguna recompensa que puedas ofrecerle que le pueda interesar aún más que el juguete capturado, como algo de comida o algún juguete que le guste especialmente. Ten siempre alguna recompensa a mano para mantener el control. Ordena a tu perro que se siente, se tumbe o haga algo para premiarle, y habrás recobrado el control.
5-Si juegas con juguetes diseñados para que el perro muerda y tire, usa un premio junto con el comando "deja", para conseguir que el perro lo libere. Evita los juegos de tirar hasta que sepas que puedes ganar manteniendo el control.
Hay otras diez reglas que iré poniendo en sucesivos posts, para no hacerlo demasiado largo.