Bueno, parece que lo que era un rumor va tomando forma para convertirse en una realidad, la marca En Comú Podem, que tan buenos resultados tuvo en las pasadas elecciones generales, aspira a dejar de ser una confluencia de partidos para convertirse en partido.
Como militante de base en Podem Catalunya la idea tener que renunciar a ser parte de Podemos al ser fagocitado por En Comú, y quien hay detrás de la marca, me hace tanta ilusión como que me den una patada en el bajo vientre. Este servidor se inscribió en Podemos, ha trabajado para y por Podemos y ha renunciado a unas cuantas cosas, porque creía en este proyecto.
Podemos nació de la indignación que llevó a mucha gente a ocupar las plazas y calles de nuestras ciudades un 15 de mayo del 2011, para pedir un cambio, para luchar por nuestros derechos, por nuestros servicios públicos y para evitar que nos quitaran lo poco que nos quedaba, pero que a fin de cuentas es lo más importante, nuestra dignidad.
Con lo expuesto no quiero que nadie piense que le quiero dar a Podemos la exclusividad en tener entre sus filas a los indignados del 15M, ni que es el único partido o movimiento social con voluntad de luchar por cambiar las cosas, pero es innegable que Podemos dio voz a los indignados, trajo frescura a la política, e hizo visibles personas y situaciones que hasta la fecha habían permanecido en la opacidad más absoluta.
Seguramente la mayoría estaremos de acuerdo en la valía de la señora Ada Colau, quien de activa militante en la PAH ha conseguido llegar a alcaldesa de Barcelona, en una confluencia de partidos y el apoyo de algunos movimientos sociales denominada Barcelona en Comú, en la que Podem Catalunya tuvo mucho que ver en su victoria.
Está claro que cualquier partido que quiera hacerse fuerte en este mundo de depredadores necesita de la mayor cantidad de apoyos, y las izquierdas siempre hemos sido incapaces de unirnos y apoyarnos, pero una cosa es ir unidos en busca de un fin común y otra bien diferente la unión. Yo al igual que muchos otros compañeros no quiero ser fagocitado por una marca incierta de la que ya formamos parte. ¿Por qué no pueden venir ellos hacia nosotros y debemos ser nosotros los que renunciemos a nuestra marca para acabar en un grupo ya cohesionado en el que algunos tienen sus propios intereses? ¿Por qué alguien se permite registrarlo como partido si la militancia de Podemos aún no hemos sido llamados a consulta al respecto? ¿Por qué hemos de ser nosotros, tal como dijo Ada Colau, “los valientes” y “los que tenemos que mirar más allá de las siglas” en lugar de ellos, cuando lo importante, tal como también dijo la señora Colau, “son los procesos de cambio y lo que defiende la gente?¿Por qué la señora Colau, su En Comú, la gente de Procés Constituent, etc, etc, etc, no se vienen a Podemos y dada la cercanía de las elecciones a los principales órganos ejecutivos de Podem Catalunya no se presentan en una lista? ¿Por qué la ejecutiva de mi propio partido en Madrid parece tener mucho interés en que Podem Catalunya desaparezca como tal?
Muchas preguntas para las que algunos presuponemos las respuestas. Pero pase lo que pase yo soy de Podemos, o mejor dicho de Podem Catalunya, y me gustaría seguir siéndolo.
MSNoferini