Ser Hombre de Verdad en la ciudad de México

Encontré un documento interesantísimo de la  Investigadora , antropóloga y  docente   del Departamento de Política y Cultura U. Autónoma Metropolitana,  la doctora Ana María Fernández  Poncela  barcelonesa radicada en México, quien  en uno de sus escritos refiere cómo en algunos países centroamericanos los hombres insisten en presentarsen como "potentes sexualmente" y "generosos procreadores de hijos". Evoca expresiones  de algunos mexicanos como “ el machismo lo inventamos los mexicanos”, antes o después de los chistes contra gallegos.Cuenta sobre la situación que alguna vez presenció cuando  una niña cantaba a su padre una canción en donde se maltrata a la mujer merecidamente porque era mala y que inspiró su libro “Pero vas a estar triste y así te vaz a quedar”.
Ella  referenciaal antropólogo norteamericano  Matthew C. Gutmann profesor de la Universidad de California en Berkeley  quien en sus libros : “Ser hombre de verdad en la Ciudad de México”  dá a conocer situaciones  muy propias de la cultura mexicana en cuanto al concepto de “macho” versus  “hombre”  que versan sobre las relaciones de género y la cultura popular ,  aterrizándolas  en el diario vivir de la sociedad mexicana de los años noventa.El material de Gutman ofrece  abrir espacios, desempolvar contradicciones, disminuir mitos pues la información y  testimonios en boca de los propios protagonistas proporcionan una gran riqueza y profundidad. Permitiendo  llegar a la conclusión que la imagen que los antropólogos  han creado a los hombres mexicanos de la clase trabajadora está equivocada y es dañina. 

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Hombres señalados como machos, mujeriegos y bebedores hacian pasar por alto las actividades de la Paternidad en millones  de hombres mexicanos y que por lo tanto se hizo indispensable revisar los conceptos de masculinidad y modernidad en México. Añadiendo que no solamente la cultura crea a hombres y mujeres sino que éstos a su vez crean a la primera. 
Por eso intenta romper identidades pre-determinadas basadas mas bien en lo que  significa ser ”hombre” para los hombres y las mujeres, lo mismo que entienden la "identidad masculina " como lo que los hombres dicen y hacen para ser hombres.Deja claro que el significado estereotipado de “machismo” y  “ macho”, es un lastre cultural que nó es fácil desprenderse en los sectores populares, trabajadores del campo y en las generaciones anteriores. Refiere que a Gutmann le preocupaba la situación que en  sus investigaciones los hombres entrevistados no realizaban  todo lo que decían hacer en sus casas  (amparados por las propias  mujeres ) sobre los quehaceres domésticos considerados como  tareas exclusivamente femeninas a pesar de que su estilo de hacer su trabajo y abordaje eran a manera de una conversación informal y nó una inquisición. Talvez decían lo que él quería escuchar o lo que ellos consideraban lo que deberían decir. Pero que no habia duda que su presencia entre sus amigos les afectó la forma de sentirsen y comportarsen con relación a su función como hombres, padres y las tareas domésticas, provocándoles que hicieran nuevas reflexiones y preguntas sobre la masculinidad. El afirma que para el hombre mexicano le ha sido muy dificil asimilar la independencia de las mujeres y algunos intentan asumir la responsabilidad de la violencia contra la mujer culpando sus arranques al "sistema machista mexicano".El machismo lo es todo y nó es nada, es la carta de presentación de algunos, es un fantasma, es una broma con grandes dosis de humor.
Al final del documento la doctora Fernández dice: que bien se hubiese podido titular la obra de Mattew en un tono más informal y jocoso:
"¿ pos si no somos machos que somos "?   o 
"Un gringo creándo problemas de identidad a los mexicanos".
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