En Uganda, el parlamento anda obstinado en aprobar una ley bestial en la que se contemplaría penas de prisión e incluso de muerte para los homosexuales. Está claro que la criminalización del diferente no entiende de color de piel ni de grados de miseria.
Tras las críticas recibidas de la comunidad internacional, el presidente Museveni ha ordenado una revisión de la ley, pero los lobbies extremistas han orquestado una despiadada campaña de manera que la posibilidad de que la ley se apruebe toma visos de realidad y se abra la puerta a abusos, todo tipo de persecuciones y violencia generalizada.
Lo verdaderamente curioso resulta que un país como Uganda, con el 35% de su población subsistiendo bajo el umbral de la pobreza, se permita el lujo de tener lobbies que se ocupen de estas cuestiones y no de sacar al país de la situación caótica en la que se encuentra-
La oposición a esta desatinada ley crece por momentos. Incluso la Iglesia Anglicana se ha posicionado en contra. El gobierno y los grupos extremistas ya se han opuesto a una marcha gay de protesta esta semana, lo que evidencia que la presión está dando resultado.
El proyecto de ley establece cadena perpetua para cualquiera que sea condenado por tener relaciones con otras personas del mismo sexo e impone la pena de muerte a los "infractores recurrentes".
Así, incluso activistas y miembros de ONG que trabajan para prevenir el contagio del VIH podrían ser encarcelados con penas de hasta 7 años por "promover la homosexualidad". Además, cualquier ciudadano se arriesga a pasar hasta 3 años en prisión si no denuncia a la policía las actividades homosexuales de las que tenga conocimiento en un plazo de 24 horas. Todo un ejemplo de modernidad y tolerancia.
Los defensores de la propuesta de ley argumentan que reivindica la cultura nacional. Sin embargo, sus mayores detractores provienen de la misma Uganda. El Reverendo Canon Gideon Byamugisha es uno de los muchos que se han manifestado al respecto:
“Esto viola nuestra cultura, nuestras tradiciones y los valores religiosos que nos enseñan a estar en contra de la intolerancia, la injusticia, el odio y la violencia. Necesitamos leyes que protejan a la gente, no que les humillen, ridiculicen, persigan y maten en masa.”
El activista por los derechos gays Frank Mugisha ha escrito:
“Esta ley nos pone en serio peligro. Por favor, firmen la petición y pidan a otros que nos apoyen: si logramos una gigantesca respuesta mundial, nuestro gobierno se dará cuenta de que Uganda quedará aislada internacionalmente por la ley propuesta, y acabará retirándola.”
La recogida de firmas para la petición la ha organizado AVAAZ.org con el objetivo de realizar una ola de presión lo mayor posible que impida su aprobación. Se entregará al presidente Museveni y al parlamento a través de representantes de la sociedad civil de Uganda y de los líderes de su iglesia.
LOS COMENTARIOS (2)
publicado el 04 junio a las 12:41
[> Ejecución de jóvenes africanos por no aceptar imposición gay
Los hechos han sucedido hoy, 3 de junio, en un país africano. Mwanga, Dictador este Estado africano, que se ha declarado en diversas ocasiones públicamente homosexual y que mantiene relaciones homosexuales en el palacio real, ya había acusado de homofobia a Makasa, Jefe del servicio de la casa real, cuando éste le hizo saber que según la doctrina cristiana que profesa la homosexualidad es una acción inmoral, algo que va contra la naturaleza, como dice el Apóstol San Pablo en su carta a los Romanos (Rom 1, 26). La ejecución de Makasa tuvo lugar en noviembre pasado, así como la de los misioneros católicos que mantienen esta doctrina.
Pero hoy, ha dado un paso más en la persecución y exterminio de los que no aceptan las prácticas homosexuales. Al enterarse de que Lwanga, que sucedió a Makasa en el cargo, es también católico y que enseña a los jóvenes que tiene a su cargo que la homosexualidad es la tendencia a cometer acciones impuras con personas del propio sexo, y que eso no es amor de caridad que busca el bien de la otra persona, sino que es un “amor de concupiscencia” por el afecto que se siente hacia personas bien parecidas del propio sexo, y que lo que busca es satisfacer sus propios apetitos e inclinaciones anormales hacia las cualidades físicas del otro, ha decidido también la ejecución tanto de Lwanga como de todos los jóvenes que están bajo su cargo y piensan como él y entre los cuales se encontraba un niño de 13 años llamado Kizito.
La ejecución se ha llevado a cabo hoy en Namugongo envolviendo a Lwanga y otros 11 jóvenes en esteras de juncos secos a las que han prendido fuego. Y continua la persecución, encarcelamiento y condenas a muerte de todos los católicos a causa de su postura sobre la inmoralidad de las prácticas homosexuales.
Estos hechos son reales, y como digo han tenido lugar en Uganda, el 3 de junio del año 1886. Por desgracia pueden volver a tener lugar en nuestro tiempo. La acusación de homofobia a los que piensan que las prácticas homosexuales son moralmente inaceptables pueden costarles a quienes piensen así, la cárcel, e incluso la muerte ya que son falsamente llamados “incitadores al odio” y culpables del “crimen de odio”, cuando, como vemos son víctimas del odio de los activistas gay.
Que los santos Carlos Lwanga y compañeros mártires guarden, fortalezcan y ayuden en todo momento a los católicos de África y del mundo entero para permanecer firmes en la fe a pesar de ser objeto de persecución y de odio. Como ellos hemos de saber pedir por los que nos persiguen y calumnian para que el Señor Dios les ilumine y les conceda la gracia de la conversión y del arrepentimiento. ](http://josegilllorca.wordpress.com/ "http://josegilllorca.wordpress.com/")
publicado el 12 marzo a las 00:45
Te puede costar la muerte, como el no serlo, le costó la muerte a San Carlos Lwanga, joven mártir, que rechazó las propocisiones del rey de Uganda de llevarselo a la huerta... ya ves.