Revista Viajes

SER MUJER Y MOCHILERA | Capítulo 2: La Depilación

Por Pilag6 @pilag6
SER MUJER Y MOCHILERA | Capítulo 2: La Depilación

Soy feminista, estoy a favor del cántico ¡Mujeres al poder! y demás, pero me sigo depilando. Sigo cumpliendo con ese mandato social occidental que tanta gracia les hace a las mujeres orientales, orgullosas de mostrar un bigote siempre tupido. Continúo con ese rito que hace vomitar a las feministas de ley y peor aún, que voy a transmitir a sobrinas, hijas y nietas. Me sigo depilando a pesar de todas las dificultades que encuentro en el camino. A veces pienso que tendría que mostrarle al mundo mi verdadero yo, mi yo peludo. Pero me niego, nunca lo voy a hacer. Y como vos, que estás leyendo este artículo, tampoco lo vas a hacer, te propongo que encontremos una solución juntas.

Dificultades que podes encontrar a la hora de depilarte mientras estas viajando

  • La inexistencia de privacidad que padeces al compartir tu cuarto con otras 20 personas más, y que entre esas personas haya hombres.
  • No encontrar un enchufe que haga funcionar tu máquina de depilación eléctrica.
  • El ruido a cortadora de césped que hace tu máquina eléctrica y lo molesto que resulta a tus compañeros de cuarto teniendo, por esto, que esperar a que no haya nadie para depilarte e interrumpir tu trabajo cada vez que algún pesado entre en la habitación.
  • No conseguir cera depilatoria por ningún lado.
  • Aun consiguiendo cera depilatoria, la imposibilidad de encontrar un lugar privado para depilarte con tranquilidad.
  • Aun consiguiendo un lugar tranquilo para depilarte con cera, la imposibilidad de encontrar una cocina equipada para derretir tu cera.
  • Ni hablar del aroma que tu cera larga cuando la derretís.
  • Y de deambular de un lugar a otro en el hostal en el que te estás hospedando con un tarrito sospechoso lleno de cera y cardos.
  • ¿Depilarte con una pinza? Una vez lo hice, me depile el cavado con una pincita, el resultado fue hermoso, pero tardé una eternidad.
  • Afeitarte puede ser una solución más cómoda, pero no para mí. Si me afeito los cardos, después me crecen con súper poderes y cuando quiera volver a depilarme con cera o la máquina eléctrica voy a preferir una inyección letal a semejante sufrimiento. Por eso nunca tengo una afeitadora en mi neceser, no me quiero tentar.

Los métodos de depilación más utilizados son la cera, la máquina eléctrica y la máquina de afeitar. Cuando estaba viviendo en un lugar estable combinaba los tres métodos. Me depilaba con cera para que me duren las piernas suaves un mes, me perfeccionaba con la máquina eléctrica todos los pelos que no me podía sacar con la cera y durante ese mes iba sacando los pelitos que nacían antes de tiempo. Como la máquina eléctrica me encarna los pelos, al finalizar el mes me afeitaba y después el ciclo comenzaba nuevamente. Viajando es imposible hacer esto. No podes cargar con todo en la mochila y no podes dedicarle tanto tiempo a la depilación.

La solución con la que soñamos: La depilación definitiva.

¿Quién nunca soñó con que los pelos indeseables dejen de crecer? La depilación láser es uno de los mejores métodos, pero si sos viajera y mochilera el precio es un problema. Las sesiones de depilación láser suelen ser caras, y no alcanza con una sesión para eliminar los pelitos. Lo cual también es otro problema, ya que para que funcione este método las sesiones deben hacerse de forma regular, lo que te obliga a quedarte en un lugar el tiempo suficiente para terminar este tratamiento.

Hasta ahora no encontré una solución perfecta, algo que erradique nuestro problema. Salvo que dejes de depilarte. Que le muestres al mundo tu verdadero cuerpo, ese que está lleno de pelos. Déjate llevar, déjate ser. Pero antes contame cuál es tu método de depilación y qué haces para solucionar los inconvenientes de depilarte mientras viajas.

Te invito a que leas el Capítulo 1 de la serie SER MUJER Y MOCHILERA: La Menstruación. No te lo podés perder!!

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