Hoy cuento con Mª José Madarnas como autora invitada en mi blog para hablarnos de las dudas que sentimos las mujeres antes de convertirnos en madres. Ella es colaboradora del conocido blog Maternidad Fácil y así se define ella misma:
Busco formas innovadoras de ayudar a las madres jóvenes a vivir una maternidad plena, ayudándolas a comprender las etapas del desarrollo del embarazo, el parto y la crianza de los hijos.Y aquí te dejo con su artículo ¡espero que te guste!
Ser o no ser: ¿Cómo sabemos si estamos preparadas para la maternidad?
Seguro que tú también has vivido esto: el reloj biológico ha hecho su trabajo y de pronto te encuentras mirando a todos los bebés que se cruzan en tu camino deseando tener uno. Pero al mismo tiempo te preguntas si es el mejor momento, si estás de verdad preparada para cambiar tu vida y abrazar la aventura de ser madre.
A mí me pasa ahora. Soy una mujer adulta, con estabilidad y recursos para afrontar la maternidad. Tengo las ganas, pero también tengo un mar de dudas en mi cabeza. ¿Cuánto te cambia la vida?, ¿cómo sucederá todo?, ¿seré buena madre?
Siempre que pregunto a mis amigas que ya son madres me hablan del gran cambio que han vivido y también de lo gratificante que es ver a sus hijos crecer, además de darme un sinfín de motivos por los que debería unirme al club de las embarazadas. Mientras me lo cuentan las veo pendientes de tantas cosas a la vez que me pregunto si yo seré capaz de hacer lo mismo.
Trabajo y maternidad
Una de las cosas que más me preocupa de dar el gran salto es el cómo combinar la maternidad con el trabajo. A veces el trabajo absorbe por completo mi tiempo y no sé cómo podría compaginar todas las facetas de mi vida sin descuidar ninguna.
Tener un hijo, sobre todo durante los primeros años de crianza, es una tarea muy exigente y a la que hay que dedicarse en cuerpo y alma. La combinación de otras tareas con la de ser madre puede llegar a ser muy difícil.
La ayuda de la familia y de la pareja puede ser crucial para que esa etapa pueda combinarse con el trabajo, pero aún así es posible que muchas madres tengamos que plantearnos reducir nuestra jornada laboral o cambiar nuestros horarios para poder dedicarnos a nuestros hijos, por lo que se debe pensar muy bien cuáles serán las repercusiones que eso puede tener en nuestra calidad de vida y en la del bebé por venir.
Cambios en la intimidad
Quién no se ha preguntado cómo afectará la maternidad a la vida sexual y la vida en pareja. ¿Qué pasa cuando la familia pasa a ser de tres? A veces me preocupa que en el momento en el que me quede embarazada, llegue a centrarme tanto en ser madre que descuide a mi pareja y que eso afecte nuestra vida en común.
Aunque la sexualidad no tiene por qué verse afectada por el embarazo, sí es cierto que la comunicación es fundamental para disfrutar de momentos excitantes sin preocupaciones de que eso pueda afectar al bebé. He escuchado a muchas parejas hablar de que el consejo de un especialista los ayudó mucho a perder los nervios en ese campo.
Otra de las cosas que cambia es la dinámica de la pareja en cuanto a la organización de las tareas en casa: ¿Quién se encarga de qué?, ¿quién se levanta a ver por qué llora el bebé a la noche?, ¿cómo bañaremos al bebé?, ¿cómo le cambiamos los pañales?, ¿sabremos hacerlo bien?
Todas esas preguntas pueden cambiar de forma considerable la dinámica de pareja, cosa que puede afectarnos mucho si no sabemos gestionar bien los cambios.
Familia y valores
También es un tema que nos preocupa a quienes queremos dar el salto. Encontrar el equilibrio entre el núcleo familiar cercano y el resto de la familia. Un nuevo miembro en la familia representa no solo una gran alegría, sino un vínculo fuerte entre dos personas y sus entornos.
Una de las cosas que más nos preocupa es el cómo gestionar la formación en valores de la personita que queremos traer al mundo. Si somos personas familiares pero por motivos laborales estamos lejos de la familia, tal vez es el momento de pensar en buscar un lugar intermedio para que los niños puedan estar cerca de sus abuelos.
Si por el contrario somos más independientes, puede que necesitemos distanciarnos un poco para poder educar a los niños en un entorno en el que la familia esté presente, pero manteniendo claro que los padres somos padres y que el trabajo de los abuelos es el de mimar a sus nietos.
Estas circunstancias pueden representar un cambio tan grande en nuestras vidas que es normal sentirnos abrumadas cuando vemos que empezamos a sentir que es el momento de plantearnos ser madres. ¿Hasta qué punto nos cambia la vida?
No es sencillo relajarse ante una responsabilidad tan grande, sobre todo porque lo único que queremos es hacer las cosas bien y poder tener un bebé sano y feliz que se desarrolle en un entorno saludable y rodeado de valores positivos. Seguro que muchas madres han tenido éstas y otras dudas cuando han decidido que había llegado la hora de apostar por la maternidad. Sus historias nos sirven de ayuda a quienes estamos ahora a punto de embarcarnos en ese maravilloso viaje sin retorno.