YO SOY DONANTE.Dicho lo anterior y esperando que mi deseo se respete y cumpla bajo cualquier circunstancia, quiero que conversemos del tema, así como cuando uno toma un café familiar y tu prima te cuenta que el hijo de 12 años de su compañera de trabajo necesita urgente un pulmón para seguir viviendo.
Hace poco vi un reportaje que cumple con la misión de poner en mente el tema (puedes ver el reportaje aquí), exponiéndolo como algo cotidiano, y me quiero hacer eco del trabajo profesional de un equipo de periodistas porque me parece que mientras más hablemos, más informados estaremos a la hora de tomar una decisión. Siento que no sabemos nada. He comprobado que muchos pensamos que muerte cerebral es lo que le pasa Cerati, siendo que es una isquemia cerebral transitoria que le da opción de vida, algo diametralmente distinto.
En Chile, la única manera de optar a ser donante es ser declarado médicamente con muerte encefálica, de donde nadie vuelve… A pesar de ello, hay familias que optan por no donar, porque todavía decide la familia por sobre TU PROPIA DECISIÓN EN VIDA. Respeto profundamente al ser humano y sus distintos raciocinios, NO JUZGO por caminar en una u otra dirección, pero todavía no escucho una razón lo suficientemente potente como para no dar vida cuando la propia se fue. Es complejo, es confuso, es frustrante, es irritante, es doloroso, es INHUMANO (con nuestra animalidad sobreviviente puesta por delante), pero todo se vuelve más simple cuando te haces esta pregunta: ¿Qué pasa si tú o tu hijo necesita un órgano para sobrevivir?
Los invito a informarse (San Google, unico santo en el que creo hoy en día), tomar un camino e informarlo a sus familias. NO TE QUEDES CON LO QUE DICE TU CARNET. Mi camino ya está escrito aquí y agradezco infinitamente tener el medio para hacerlo, ahora espero que, como lectores responsables, la hagan prevalecer si es que a mi familia se le ocurre (por cualquier motivo) que el cuerpo es más importante que el espíritu.