Escrito por Jesus A. Lacoste
No hace falta que seas el mejor en tecnología. Es más importante se resiliente. Más que ser un friki digital es mucho más útil saber afrontar con éxito los obstáculos y adversidades. La transformación digital no va solo de tecnología; va fundamentalmente de personas que tienen que afrontar nuevos retos en los que interviene una revolución tecnológica.
Ser resiliente
Perseverar ante la adversidad requiere resiliencia. "No he fracasado", decía Thomas A. Edison, "simplemente he encontrado 10.000 maneras que no funcionan". Para emprender... hay que tener Resiliencia.
La resiliencia es la capacidad que tiene una persona o un grupo de recuperarse frente a la adversidad para seguir proyectando el futuro. En ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que el individuo desconocía hasta el momento.
La resiliencia es la capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones adversas. La palabra resiliencia, en cuanto a la física y la química, designa la capacidad del acero para recuperar su forma inicial a pesar de los golpes que pueda recibir y a pesar de los esfuerzos que puedan hacerse para deformarlo.
Algunas personas son resilientes por naturaleza. Tienen actitud positiva y encuentran maneras de sobreponerse a los obstáculos para conseguir sus objetivos. Pero cualquiera -incluso aquellos que no son resilientes por naturaleza-, pueden desarrollar esta capacidad.
Resiliencia en un entorno VUCA
En un mundo VUCA como el que vivimos nunca ha sido tan importante para las personas desarrollar resiliencia. Los cambios producidos por la extraordinaria aceleración en la innovación tecnológica están refundando cómo trabajamos y vivimos. La naturaleza del trabajo -para quién trabajamos, qué hacemos y la estructura de los contratos-, está en plena reinvención. Es muy posible que, en unas décadas, ya no tengamos trabajos de ocho o diez horas diarias. Muchos no llegarán a conocer a sus compañeros de trabajo en persona, y aparecerán nuevas profesiones que ni podemos imaginar. Los 8 pasos de Kotter para la gestión del cambio
Ante esta situación, las personas necesitarán softskills para no perderse en un mundo caótico. Y dominar nuevas disciplinas, en el sentido de nuevas facultades mentales, como la flexibilidad y otras capacidades, para poder tener éxito.
Hasta ahora, la mayor parte de la preparación a los empleados para los cambios tecnológicos ha estado basada en mejorar sus capacidades digitales. Particularmente, aquellas relacionadas con big data, analytics e Inteligencia Artificial (IA). Pero este upskilling no es suficiente.
Hay que entrenar a la gente para lidiar mejor con el cambio. Por eso es tan importante ser resiliente. La resiliencia es una parte de un arsenal de capacidades que nos pueden ayudar a sobreponernos a los grandes desafíos que tenemos delante.
Ser resiliente para afrontar la transformación digital
Según un estudio de meQuilibrium (una compañía de formación y evaluación de empleados), las personas más resilientes se pierden menos días laborales, tienen mayor satisfacción, aguantan más en su trabajo, están menos estresadas y gozan de mejor salud.
En los próximos diez años el empleo cambiará como consecuencia de las siguientes tendencias:
- Los contratos atípicos, como trabajos esporádicos, gig works o contratos por hora, están aumentando. Según un estudio de PwC sobre el trabajo del futuro, el 60% de los empleados piensan que "menos personas tendrán un empleo estable y de largo plazo en el futuro".
- Los trabajos necesitarán de nuevas habilidades que los trabajadores no tienen. El Foro Económico Mundial estima que, para 2022, el 54% de todos los empleados necesitarán alguna forma de reskilling, que podrá durar meses e incluso años.
Afrontar el cambio, el fracaso
En este ambiente tan cambiante, la habilidad de ser positivo, adaptarse, y de dar pequeños pasos para ir inclinando la balanza a tu favor -es decir, ser resiliente- se vuelve clave. Las soft skills para la transformación digital
El futuro nos exige a todos nuevos conocimientos y una capacidad de estar en permanente aprendizaje. Pero es igualmente necesario reeducar nuestras habilidades psicológicas para poder afrontar con éxito esta nueva época que está naciendo. La tecnología ha irrumpido modificando nuestra forma de trabajar, relacionarnos y de vivir en general.
Para hacer frente a esta nueva realidad se necesitan nuevas habilidades psicológicas y la resiliencia es fundamental. El entorno agile nos propone fracasar rápido y barato para evitar males mayores, pero ¿quién nos enseña a manejar ese fracaso?
Vivimos en un mundo donde predomina la incertidumbre. Es absolutamente necesario disponer de herramientas eficaces para gestionar esa inseguridad. En caso contrario la humanidad entera entrará en una fase de depresión degenerativa. Ser resiliente es hoy más necesario que nunca. Antes las certezas en las que nos movíamos eran más sólidas y duraderas. Hoy nada permanece, todo necesita reskilling y upskilling
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