¿SER SUPERIOR? (y III)

Sigue…

Además, ser o sentirse superior invita a comparar… en un mundo en que jugamos a hacerlo, sin parar y sin ser justos con los demás, ni con nosotros mismos! Y no hay nadie superior a alguien más! Unos empezamos antes el verdadero camino, otros después, unos van deprisa y otros, tardan más en despojarse de su lastre vital! Cada uno tiene su propio tiempo y camino que recorrer y cada uno debe utilizar lo mejor de sí mismo y todo su potencial y voluntad para lograrlo! Cada vez que alguien es él mismo y sigue su designio interno ante la adversidad o los momentos de incertidumbre, está superándose a sí mismo! Y lograrlo es gracias, precisamente, a aceptar que somos débiles y vulnerables, que muchas veces nos pesa demasiado el pasado, que sentimos miedo ante lo desconocido o que nos cuesta exponernos y/o entregarnos a los demás, sin temer ser heridos, de nuevo.

Pero sigo reflexionando la afirmación de mi amiga! ¿Soy realmente superior? Quizás ante mi capacidad u obstinación de seguir a mi Alma, de amar de verdad en un mundo que no lo favorece y muchas veces le teme, de seguir empeñado en convertir mi sueño en una realidad cotidiana y tangible, pueda considerarse erroneamente que soy mejor que los demás! Pero no, no tengo nada que todos los demás no tengan y no hagan, a su manera! Tal vez lo que me diferencia es que yo, después de demasiados años perdido y siendo consciente de ello y de su alto precio en infelicidad, hoy ya soy capaz de sentir lo que siento interiormente y expresarlo, a pesar del que dirán y de que alguien pueda utilizar mi fortaleza o debilidad para herirme o tratarme mal! Pero, pienso ahora, ni tan siquiera esto último sería nuevo en mi vida! Esto es valentía, nada más… o, lo que es lo mismo, no dar alas al miedo, sin más! Pero, como tras el día está la noche, tras esa valentía hay también ratos de miedo, de desolación, de temor, de tristeza… ante la incertidumbre, la duda, propia o ajena! Seguramente son para comprobar mi firmeza…

Pensándolo bien, lo que me hace especial -que no, superior- es esa nueva confianza en mí mismo, en los que la merecen y en la vida! Esa responsabilidad ante lo que acontece en mi vida, en la que cada día más soy el protagonista, para bien o para mal! Esa libertad de decidir qué quiero y qué no en mi vida! Esa certeza de que conseguiré hacer realidad mi sueño, siempre y cuando sea capaz de aceptar mi debilidad y la de los que deseo en mi vida! Esa confianza plena de que el amor es lo que realmente nos hace poderosos y, a la vez, nos ayuda a superarnos los unos con los otros. Esa conciencia de que, a pesar de los riesgos, si das amor, la vida te lo devuelve con creces y eso te hace aún más poderoso, nunca superior! O, al menos, darte cuenta de que uno muy dificilmente crece sólo, sino que es gracias a los demás, aunque no siempre y todos! Algunos de ellos nos ayudan a saber quién y cómo somos y, lo que es mejor, nos brindan la oportunidad de comprobar que nunca seremos superiores y que nuestro máximo logro será, en el mejor de los casos, simplemente superarnos a nosotros mismos y compartiéndolo, día a día, junto a ellos!

Al fin y al cabo, por decirlo de alguna manera, gracias al amor y tal como nos enseña también la Naturaleza que nos rodea, cada pétalo en sí es singular, hermoso e irrepetible, pero una flor aún lo es mucho más, pues conforma un todo, insuperable y maravilloso!

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