Reformar la Constitución durante la próxima legislatura. Se argumenta que no es conveniente debido a la fragmentación que habrá en el nuevo Congreso. Pero ahí es donde yo creo que lo que parece una amenaza debemos convertirlo en oportunidad. Los ciudadanos se reconciliarían con la clase política si los ven trabajar en serio, haciendo esfuerzos para llegar a acuerdos.
La “clave de bóveda” se sitúa en el título VIII, llevaría a una redefinición de la España autonómica y, más concretamente, al encaje de Cataluña en el Estado con una nueva ley de financiación.
El Senado se puede suprimir y crear una comisión permanente en el Congreso con 50 diputados que se ocuparían de las CCAA.
Los demás retoques serían sencillos.