¡Ay, los dientes! A ellos se les culpa de muchas cosas durante el primer año de vida.
- Mi bebé tiene fiebre- Serán los dientes...
- Mi bebé se lleva todo a la boca - Serán los dientes...
- Mi bebé tiene diarrea- Serán los dientes...
-Mi bebé se despierta veinte veces de noche.-Serán los dientes.
- Mi bebé no para de babear.- Serán los dientes.
¿Os resulta familiar?
Siempre me ha llamado poderosamente la atención que los dientes sean el blanco de tantos males. Por eso hoy, en esta entrada, quiero desterrar falsos mitos sobre la dentición.
¿En qué momento empiezan a salir?No hay reglas fijas en cuanto al momento de la erupción de los dientes de leche. Hay algunos bebés, aunque pocos, que ya nacen con algún diente. Hay otros que no tienen ninguno hasta los 15 meses. Así que imaginaos la variabilidad que supone entre niño y niño. Lo más frecuente es que aparezcan entre los 6 y 12 meses de edad.
¿En qué orden?También es muy variable. Lo habitual es que aparezcan los dos incisivos centrales inferiores primero, para luego aparecer los cuatro incisivos superiores, y después los dos incisivos laterales de abajo. A continuación llegarán las muelas, y entre ellas, los caninos.
Aunque esto es lo habitual, también hay diferencias entre niño y niño. ¿No habéis visto algún "bebé vampiro"? Son los que tienen los incisivos laterales superiores, pero no los centrales. Son una variante de la normalidad.
Podéis ver mejor el orden de salida de los dientes de leche en esta imagen.
¿En qué momento me debo preocupar si no empiezan a salir?
Más allá de los 15 meses debemos empezar a sospechar de que quizá estemos frente a alguna enfermedad. En cualquier caso lo más probable es que se trata de un patrón familiar, ya que el momento de salida de los dientes tiene un alto grado de heredabilidad.
¿Qué síntomas produce?Aquí es donde viene lo bueno. ¿Quién no ha oído nunca que los dientes producen fiebre o diarrea? ¿O que los bebés se llevan todo a la boca para calmar el dolor de la dentición? Vayamos punto por punto.
- Fiebre. NO. Los dientes no producen fiebre. Siempre que vuestro bebé tenga más de 38ºC, estamos ante una infección. El foco nos lo dará el tiempo (y la exploración del pediatra, claro). Parece que la erupción dentaria puede asociarse con febrícula, aunque soy algo escéptica en este punto.
En cualquier caso la fiebre es algo habitual a partir de los 6 meses de vida en los bebés, por lo que puede coincidir con la erupción de algún diente, y no por ello estar relacionados directamente.
- Dolor. Aunque le preguntemos a un bebé si le duelen los dientes, no tendremos la suerte de que nos contesten, son demasiado pequeños. En cualquier caso, no hay ningún argumento científico que avale que la dentición duela. Pueden aparecer molestias, pero en cualquier caso, no justifica llantos inconsolables, irritabilidad marcada, problemas con el sueño, etc. Además, la salida de los dientes de leche continúa más allá del año de vida hasta los dos años. Y mientras las últimas piezas dentarias van saliendo, los niños no se quejan de dolor cuando comen o muerden
- Llevarse las manos/objetos a la boca: Es una creencia muy popular que los bebés se llevan todo a la boca para aliviar el dolor. Esta creencia me llama mucho la atención, ya que lo lógico es que si tienes una herida o inflamación en alguna parte de tu cuerpo, intentes no tocarla para no producirte más dolor con la manipulación. En cualquier caso no debemos confundir esto con otra situación. Los bebés, a partir de los 3-4 meses, empiezan a llevarse todo a la boca. Forma parte de su desarrollo psicomotor. Para conocer el mundo que les rodea, cogen objetos y los llevan a la boca para así conocer texturas, sabores, formas... Es la etapa oral del desarrollo del niño. Completamente normal e independiente de la erupción dentaria. Por lo que si tu bebé empieza a llevárselo todo a la boca, no, no tienen porque ser los dientes.
- Babeo. De este punto ya os hablé en una ocasión. La aparición del babeo suele ocurrir a partir del segundo mes de vida. Y forma parte de la evolución normal del desarrollo del niño. Las dichosas babas, que a veces inundan hasta los baberos más "waterproof" pone de manifiesto el hecho de que las glándulas salivares han aumentado su producción. La saliva protege de infecciones, necesarias sobre todo en el momento en el que el niño empieza a meterse todo en la boca.
- Diarrea. Algo similar ocurre con la diarrea. Mi razonamiento lógico me impide llegar a una relación causa efecto entre la dentición y la diarrea. El aumento de salivación que os comentaba en el anterior punto no me vale como explicación científica para ello. El enrojecimiento o la dermatitis del área perianal tampoco se asocian con la dentición. Eso de, "como se baba mucho, las cacas son más ácidas y escuece el culete", me cuesta creerlo como mecanismo fisiopatológico causante.
- "Encías inflamadas". Aunque podamos ver las encías engrosadas, esto no quiere decir que se vaya a producir la salida del diente de forma inmediata. Lo que estamos viendo en este caso es el diente en formación, que va aumentando de volumen poco a poco. Esto hace que vaya aumentando el volumen de la encía paulatinamente, hasta que al final se abre la encía y sale el diente. Proceso lento, y en teoría, indoloro.
- Mocos: ¿Cuántas veces tendrá mocos un bebé durante sus primeros meses de vida? Y no por ello tendrá que ver con la salida de los dientes. Tampoco las otitis, ni otras infecciones están asociadas. Los dientes y las infecciones se asocian en el tiempo, pero no tienen relación causa efecto.
En cualquier caso hasta un 35% de los niños no muestran sintomatología en relación con los dientes. Es decir, a un tercio de los niños les salen los dientes, y los padres no encuentran síntomas claros con su aparición.
¿Qué hacer para aliviar las molestias del bebé?Tradicionalmente se ha extendido el uso de los mordedores como herramienta útil para aliviar las molestias de la dentición. Como os decía, no sé hasta que punto esto puede tener sentido. ¿Si duelen las encías, por qué van a querer machacarlas mordiendo sin parar?
En cualquier caso sí que hay madres que refieren que los masajes o el uso de mordedores o alimentos fríos calman las molestias de la erupción dentaria. A veces también refieren que el masajeo suave con los dedos puede ser efectivo.
Se ha propuesto el uso del paracetamol o el ibuprofeno para el alivio sintomático. Podrían usarse en casos puntuales. En cualquier caso, tampoco tiene sentido el extendido remedio de los masajes en las encías con paracetamol. Éste fármaco tiene efecto porque, tras ingerirlo, se absorbe y hace efecto a nivel sistémico, es decir, en todo el cuerpo, incluyendo la zona afectada. No tiene efecto local, ya que su aplicación tópica carece de absorción. Este es un ejemplo que se ha extrapolado de cremas de uso tópico, tipo Voltarén, que tienen antiinflamatorio en su composición. ¿Conocéis cremas con paracetamol? De igual modo el paracetamol aplicado en la encía carece de efecto.
En resumenSí. Hay mucho mito y creencias populares alrededor de la erupción dentaria en los bebés. A veces es complicado divorciarse de tantas creencias ancestrales, cuando incluso entre los propios pediatras todavía las dan como ciertas.
En cualquier caso hay mucha literatura científica al respecto. Por ejemplo, este estudio publicado en Pediatrics, revista de referencia en el área de Pediatría, en donde se hace hincapié en los falsos síntomas relacionados con la dentición.
Así que dejemos de culpabilizar a los dientes de todo lo que ocurre a los bebés. Son inocentes hasta que se demuestre lo contrario.