Esta es mi historia y la de tantos otros (más de un millón y medio de personas), una historia de grandeza. De una pasión que sobrepasa los resultados, de un estadio que se llena domingo a domingo. No importa cuanto pasó desde la última victoria, la próxima siempre estará cerca y siempre existirá...
Aunque no juguemos bien sabemos que el futbol no es matemática. Porque es matemáticamente poco probable ganar dos Copas Libertadores de América en el mismo estadio, en el mismo arco, en el ultimo segundo del último minuto del descuento. Si señores: soy de Peñarol.
Y ahora tenemos: LA BANDERA MÁS GRANDE DEL MUNDO. Para la hinchada más grande del mundo (no importa lo que diga nadie).