Si introducimos en una coctelera la astucia de Messi con el balón, la capacidad de definición y letalidad en el área de Berbatov y la magia goleadora de Henry, la mezcla sólo puede tener como resultado una obra casi perfecta. El nombre de dicho cóctel no es otro que el del turco Sercan Yildirim. Anónimo para muchos pero pieza importante en el primerizo Bursaspor de Champions.
