Revista Libros
Sinopsis:
"Seres malditos. El origen" es una novela coral que presenta una galería de personajes sobrenaturales en un mundo urbano, cruel y caótico.
Un vampiro atormentado, nigromantes, demonios y cambiaformas conviviendo con prostitutas y todo tipo de seres marginales.
El monstruo dentro del monstruo. El villano dentro del héroe y el héroe dentro del villano en una historia donde nada es lo que parece, que ahonda en la perspectiva del monstruo, en sus miedos e inseguridades, en sus defectos y virtudes. Codicia, crueldad y violencia; desesperación, soledad y dolor; y el humor y el sexo como vías de escape.
Bienvenidos a un mundo de fantasía negra, en la que se mezclan el humor, el misterio, la ternura, el erotismo, la magia, el terror psicológico y el suspense.
Seres malditos. El titulo ya nos indica dos premisas esenciales en esta novela: Ser, por cuanto significa "Cosa creada, especialmente las dotadas de vida" y Maldito, por cuanto significa "Perverso, de mala intención", pero también "condenado y castigado por la justicia divina". Es esta segunda acepción en la que me gustaría centrarme, pues los personajes que conforman el universo que ha creado la autora están condenados de por vida al ser marginales, crueles, violentos, y siempre están sedientos de sangre. Ese hambre les condenará.
La lectura de esta novela gótica te atrapa en sus redes; es un "patchwork" original formado por diversos personajes que dan una vuelta de tuerca al género vampírico y fantástico. Desde una España en el año 2075, una España que tras la III Guerra Mundial declara la 3ª República, viajamos a distintos momentos temporales de la historia, donde vamos conociendo una amalgama de criaturas perversas, sangrientas, malditas, malvadas; algunas criaturas, eso sí, se vuelven casi entrañables, pese a su monstruosidad. El glosario del final nos ilustra en el conocimiento del universo bestial y brujeril; no te quedarás sin ampliar conocimientos de ese mundo que ahora, desde la nueva Constitución, es aceptado en la sociedad y se intercala con el mundo "normal".
La autora hace gala de una fina ironía y un manejo absoluto de la novela coral, pues no es fácil lidiar con tantos personajes y tramas hilándolas en una historia común. Quizás en algunos momentos puede ser difícil para el lector seguir la línea argumental debido a esa profusión de tramas y criaturas donde cada capítulo está dedicado a un personaje, y quizás hubiera sido más adecuada la supresión de algunos que aportan menos, pero entiendo que hay historias que los requieren, más aún cuando este libro pertenece a una saga. Los capítulos, eso sí, son cortos, aspecto que muchos lectores agradecerán. El final es abierto, quizás demasiado, aunque el libro pertenezca a una saga.
Seres malditos. El origen debe leerse de contínuo para no perder el hilo, pero aun cuando abandones la lectura unos días, encontrarás que hay personajes que perduran en tu mente, ya que la autora los ha dotado de una personalidad muy determinada y los ha situado en un ambiente reconocible, tanto, que encontrarás personajes famosos convertidos en vampiros, en unos sorprendentes y divertidos guiños que me divirtieron mucho. Encontrarás expresiones deslenguadas, actuales y reconocibles en su jerga; atrevidas, irónicas. Encontrarás un mundo aparte, desde una aerolínea especial para vampiros, pasando por la receta del Bloody Mary vampírico o una red social propia. Son esa ironía y el sentido del humor los que aligeran los momentos intensos en drama y sangre, porque aviso a estómagos sensibles y a mojigatos: hay palabras malsonantes y sexo, y colmillos sedientos y vísceras; y muertes violentas, sí. No hay piedad. Advertidos quedan.
En Seres malditos encontrarás vampiros de diferentes épocas y condición, brujas que levitan, demonios, monstruos-bebé, entre otras lindezas del catálogo de seres, y todo ello en nuestro mundo. ¿Acaso no los has visto nunca? ¿De verdad no has reparado en esa persona que no envejece, que se mantiene joven a pesar de los años? ¿No has visto a ese niño solitario cuya mirada esconde algo profundo y siniestro que no puedes comprender y aún así, sabiendo que es el mal lo que reside en su mirada, has sentido compasión por él? Si sabes de lo que hablo, entenderás las motivaciones de estas criaturas, a menudo con comportamiento animal, instintivo, y es ahí donde reside el quid de la cuestión. ¿Podemos juzgar a un animal por comportarse según su naturaleza? ¿Es perverso el león que caza a la gacela? Es su instinto de supervivencia el que prima por sobre todas las cosas. El león no puede más que cazar, desgarrar, morder y comer para después respirar esa carne fresca, esa sangre caliente que aún corre por sus colmillos. Es su naturaleza y no podemos juzgar su comportamiento salvaje.
Estas criaturas malditas: brujas, vampiros, monstruos y hechiceros, son como son porque así nacieron, no los juzgues. Sufren y sienten la soledad; aman, y sienten el miedo. Son como tú o como yo, pero también son como ese león que caza, por eso huye si te los encuentras. No les abras la puerta, no ligues con ellos en un bar. Son proscritos, y están ahí, agazapados, y si te descuidas... "ñam, ñam"... te pueden comer.
Tiembla Crepúsculo, ha llegado Eba con sus Seres malditos...
¡Desdichados! Vuestros vicios, vuestras pasiones y vuestras debilidades os convierten en mis víctimas.
Charles Maturin.