Revista Cultura y Ocio

Sergi pàmies, si te comes un limón sin hacer muecas: un viaje de lo cotidiano a lo trascendente

Publicado el 28 marzo 2011 por Asilgab @asilgab
SERGI PÀMIES, SI TE COMES UN LIMÓN SIN HACER MUECAS: UN VIAJE DE LO COTIDIANO A LO TRASCENDENTE
Como muy bien nos dice Vila-Matas en la brillante presentación de esta recopilación de cuentos, Si te comes... es un libro infinito, porque tras la brevedad de cada una de las historias, se encierran un sinfín de relecturas tan posibles como convexas. Teniendo todas ellas la asombrosa virtud de la diferencia sobrecogedora, y ahí está gran parte de la grandeza de este libro y del buen hacer literario de Pàmies, que como un buen maestro del arte de la escritura, reconoce que lo más importante del oficio de escritor está en corregir, lo que le lleva a quedarse con lo esencial. Lo que podemos constatar en cada uno de los relatos de Si te comes..., donde no sobra ni falta nada. Estando en su brevedad una buena parte de su genialidad, y lo que lejos de mermarles el valor o el interés, se lo acrecentan.
En las historias que se esconden tras las tapas de Si te comes..., late una premisa no escrita, pero de la que Pàmies nos hace partícipes de una forma muy sutil (a veces teñida de ironía): sus relatos se caracterizan porque son puro tránsito, pero no un tránsito cualquiera, sino un viaje que va de lo cotidiano a lo trascendente para en la mayoría de las ocasiones, dejarnos exhaustos de tanto como se nos muestra en tan corto recorrido. En este sentido, Sergi Pàmies se comporta como un rara avis de la literatura contemporánea, y nos expresa casi de un modo existencial, los miedos y temores que acechan al ser humano actual, y para ello, a veces se deja llevar por la metaliteratura para hacer de ésta la verdadera protagonista del relato, como ocurre en Ficción (uno de los mejores relatos), o en Brindis donde la relación de un autor con una admiradora, no nos deja indiferentes en el camino mental que el escritor nos describe desde el bar hasta la habitación del hotel.
Del mismo modo, que este autor de lo infinito en lo finito, es capaz de relatarnos historias existenciales de fracasos y cambios desprovistos de una gran carga dramática como en El Experimento, donde su fina ironía es tan sublime que nos deja atónitos. Si bien, el denominador común de sus infinitos relatos, parte de hechos anecdóticos que se convierten en sorprendentes, y es en estas propuestas, donde el oficio de buen escritor de Pàmies sale a relucir una y otra vez, porque las historias en ocasiones dan un vuelco hacia lo extraordinario sin avisar, dejándonos el pulso y el corazón aturdidos, como en Convalecencia; o como ocurre en el relato que inicia la recopilación La Otra Vida, donde ya la primera frase es un claro ejemplo de maestría narrativa: "me tuve que morir para saber si me querían" un inicio que ya da mucho de sí en una historia que no defrauda, porque esa es otro de los denominadores comunes de este Si te comes... donde lo que Pàmies nos vende como relatos cortos, no lo son, en la medida que después de leer cada uno de ellos, sientes la necesidad de pararte y revivir aquello que acabas de leer una vez más, porque ninguno de ellos te deja indiferente, por lo que cabe decir, que en sí mismos poseen la virtud de la ubicuidad literaria, donde además, los finales siempre acertados, a veces se convierten en sublimes, como en Ficción.
Como ya dije al principio, Si te comes... admite mil y una lecturas diferentes, porque nada más iniciar la lectura de las historias que lo albergan, sientes que es una historia nueva y diferente que al final te deja sobrecogido y con la necesidad de tomar el aliento antes de seguir adelante. Les aviso, yo ya voy por la segunda lectura y a buen seguro que no será la última.

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