A comienzo del S.XVI, el imperio otomano se hizo con el control de Egipto. Es a partir de estas fechas cuando el acceso a los grandes templos se hizo más seguro, lo que facilitó la llegada de viajeros procedentes de la Europa occidental. De estos viajes surgieron los primeros grabados que llegaron a Europa. La mayoría de ellos se hacían de memoria una vez llegados a casa los exploradores, de ahí que llamen la atención muchas de las representaciones. He aquí unas cuantas de ellas en orden cronológico:
André Thévet, 1556
Johannes Helferich, 1579
George Sandys, 1610
Balthasar de Monconys, 1647
François de La Boullaye-le-Gouz, 1650
Athanasius Kircher, 1674
Athanasius no había viajado a Egipto antes de realizar el grabado, lo realizó a partir de un relato que había leído y en el que se describía a la Esfinge como Enorme busto de hombre sobresaliendo de la arena.
Cornelis de Bruijn, 1698
Richard Pococke, 1743
Frederick Norden, 1755
Louis-François Casas, 1799
C.F. Volney, 1822
David Roberts, 1838
Fuente: Todo sobre las pirámides, Mark Lehner, Ediciones Destino, 1993