A mi entender para poder considerarla tal, una serie debe contar con dos rasgos irrenunciables: una idea principal, que sirva para situarnos en la historia, y un fin u objetivo, que ha de contar con los recursos suficientes de desarrollo para llegar al mismo. Ambas características deben ser inseparables, ya que una sin la otra carece de sentido.
'The Leftovers', la nueva serie de HBO creada por Damon Lindelof y que en España emite Canal + tiene una idea: el 2% de la población mundial desaparece del planeta sin razón aparente, sin que nadie sepa qué ha sido de ellos. Pero no tiene un horizonte. Su ambición es contar qué le pasa a los que han sobrevivido a la tragedia sobrenatural pero sin ir a ninguna parte. No hay un atractivo en forma de “descubriremos qué pasó”, tal y como admitió el propio Lindelof. Entonces, ¿qué sentido tiene la serie? ¿Cuál es su problema? Pues que no se entiende (o así pensamos unos cuantos). Como he podido comprobar leyendo a otra gente y hablando con los que la han visto, la reflexión es común: no acabamos de comprender lo que pretende relatarnos 'The Leftovers'. Los personajes son singulares y por sí solos tienen experiencias para ofrecer un capítulo entero, vale pero, ¿por qué les pasan esas cosas? ¿Va a tener consecuencias en el devenir de la historia? ¿O se trata simplemente de contarnos los porqués de cada uno?
‘The Leftovers’ propone una premisa
‘high-concept’ como ‘Perdidos’ (resulta inevitable nombrarla) pero en ningún
momento promete respuestas. Lo que ofrece al espectador es el desconcierto que
vive la humanidad después de que desaparezca ese 2% de la población mundial,
sin razón aparente ni seguir ningún criterio. La acción transcurre tres años
después del suceso y justamente esta falta de respuestas impide que puedan
avanzar. Surgen sectas, inseguridades y se siente en el ambiente esa
intranquilidad de no saber qué ocurrió con sus conocidos y si podría volver a
ocurrir.
Mi sensación al verla fue de
vacío absoluto, no me dejó poso alguno, solo la sensación que tras la
desaparición, los restos de la humanidad se quedan condenados a sufrir y a
pensar por qué sus familiares, amigos y/o conocidos y no ellos, han sido escogidos. La
serie de HBO más bien parece que va explorar una vez más la diferencia de
religiones en Estados Unidos, porque lo que ocurre al principio se supone que es, o al menos se parece mucho, (según el libro de Tom Perrota en el que se basa) al llamado Rapture o arrebato, que es la subida
de los justos al Cielo antes del fin del mundo. No es que necesitemos
saberlo todo de 'The Leftovers', ni siquiera que lo que se nos cuente sea
lógico pero sí necesitamos coherencia y pulso, algo que no caracteriza
precisamente la, por ahora, supuesta gran obra del señor Lindelof.
No es buena señal ver el
piloto de ‘The Leftovers’ y olvidarte a los dos minutos. Sin lugar a dudas esta
serie no es para mí.

A mi entender para poder considerarla tal, una serie debe contar con dos rasgos irrenunciables: una idea principal, que sirva para situarnos en la historia, y un fin u objetivo, que ha de contar con los recursos suficientes de desarrollo para llegar al mismo. Ambas características deben ser inseparables, ya que una sin la otra carece de sentido.
'The Leftovers', la nueva serie de HBO creada por Damon Lindelof y que en España emite Canal + tiene una idea: el 2% de la población mundial desaparece del planeta sin razón aparente, sin que nadie sepa qué ha sido de ellos. Pero no tiene un horizonte. Su ambición es contar qué le pasa a los que han sobrevivido a la tragedia sobrenatural pero sin ir a ninguna parte. No hay un atractivo en forma de “descubriremos qué pasó”, tal y como admitió el propio Lindelof. Entonces, ¿qué sentido tiene la serie? ¿Cuál es su problema? Pues que no se entiende (o así pensamos unos cuantos). Como he podido comprobar leyendo a otra gente y hablando con los que la han visto, la reflexión es común: no acabamos de comprender lo que pretende relatarnos 'The Leftovers'. Los personajes son singulares y por sí solos tienen experiencias para ofrecer un capítulo entero, vale pero, ¿por qué les pasan esas cosas? ¿Va a tener consecuencias en el devenir de la historia? ¿O se trata simplemente de contarnos los porqués de cada uno?
‘The Leftovers’ propone una premisa
‘high-concept’ como ‘Perdidos’ (resulta inevitable nombrarla) pero en ningún
momento promete respuestas. Lo que ofrece al espectador es el desconcierto que
vive la humanidad después de que desaparezca ese 2% de la población mundial,
sin razón aparente ni seguir ningún criterio. La acción transcurre tres años
después del suceso y justamente esta falta de respuestas impide que puedan
avanzar. Surgen sectas, inseguridades y se siente en el ambiente esa
intranquilidad de no saber qué ocurrió con sus conocidos y si podría volver a
ocurrir.
Mi sensación al verla fue de
vacío absoluto, no me dejó poso alguno, solo la sensación que tras la
desaparición, los restos de la humanidad se quedan condenados a sufrir y a
pensar por qué sus familiares, amigos y/o conocidos y no ellos, han sido escogidos. La
serie de HBO más bien parece que va explorar una vez más la diferencia de
religiones en Estados Unidos, porque lo que ocurre al principio se supone que es, o al menos se parece mucho, (según el libro de Tom Perrota en el que se basa) al llamado Rapture o arrebato, que es la subida
de los justos al Cielo antes del fin del mundo. No es que necesitemos
saberlo todo de 'The Leftovers', ni siquiera que lo que se nos cuente sea
lógico pero sí necesitamos coherencia y pulso, algo que no caracteriza
precisamente la, por ahora, supuesta gran obra del señor Lindelof.
No es buena señal ver el
piloto de ‘The Leftovers’ y olvidarte a los dos minutos. Sin lugar a dudas esta
serie no es para mí.

