El día 17 de enero del 2012, la multinacional petrolera Repsol entregó el primer paquete de acciones a los 1.132 empleados del grupo inscritos en el "Plan de Adquisición de Acciones 2012″. Con esta medida, los trabajadores recibieron parte de su salario en títulos de la compañía, los cuales fueron entregados por su valor, 22,09 euros por acción.
Este tipo de maniobra desde la cúpula directiva es una estratagema para distribuir, vender o deshacerse de unas acciones que van a perder valor de forma inminente.
El ascenso vertiginoso de 16,88 a 23.83 en 5 meses, en torno a un 40%, llevó al precio a dilatar la resistencia durante la sesión del 10 de enero. Esta ruptura promovió compras del pequeño inversor, edulcoradas además con una batería de noticias positivas sobre Repsol. La trama no dejaba un sólo cabo suelto y el rumor de la entrega de participaciones a empleados fue la mecha que explotó en forma de un gran gap bajista la sesión posterior. Ahí comenzó la debacle.
Dibujando velas mensuales en un lienzo de largo plazo, observamos que el movimiento descrito por el precio de las acciones de Repsol ha sido indudablemente alcista; ya sea por el canal alcista de fondo o la triangulación expansiva.
La característica principal de una tendencia alcista son los máximos y mínimos crecientes. Sin embargo, el último gran impulso descrito con anterioridad, no logra rebasar el máximo previo. En estos casos, el precio suele dirigirse a la base del canal y/o origina un doble techo en resistencia.
No obstante, una herramienta altamente eficaz para calcular los puntos de descanso en la cotización de Repsol es Fibonacci. Si trazamos la secuencia del principio al fin del último movimiento alcista tendencial, contemplamos cómo los niveles fibo coinciden con soportes y resistencias del pasado. En este caso, escogeremos el 50% de retroceso, 16.8 como próxima estación para el tren de los osos.
Aplicando una escala de velas semanales estimaremos los próximos movimientos de Repsol:
Desde este ángulo, la cotización se encuentra acotada por el canal morado.
Los niveles de fibonacci son los expuestos en el gráfico de velas mensuales.
Ahora vislumbramos con claridad el vértice de la "v" del doble máximo con origen en 17 €; punto cuya pérdida activaría el gran doble techo con proyección a 10 €.
De momento, ha rebotado fielmente en el mínimo previo 19.10 (horizontal marrón) y, en sintonía con las previsibles alzas temporales del resto del mercado, es aceptable que su primer objetivo sea la zona 20.42.
Tensando la capacidad de predicción, el siguiente movimiento sería un brusca caída a 18.40, punto convergente entre el nivel Fibonacci y la base del canal.