LLevo ya algún tiempo escribiendo sobre los maravillosos pueblos blancos escondidos por la no menos maravillosa provincia de Cádiz. Hasta la fecha he dedicado entradas a pueblos preciosos como Zahara, El Gastor, Bornos o Arcos de la Frontera, pero claro que siendo este un blog centrado en curiosidades y leyendas, ya estaba tardando mucho en escribir algo sobre el pueblo que probablemente sea el más "extraño" de la provincia, me refiero como no, a Setenil de las Bodegas, un pueblo cuya fama traspasa fronteras por tener rincones tan espectaculares como este...
...y es que no se ve todos los días una calle situada bajo una roca..¿verdad?....
En fin, una buena forma de empezar nuestra visita es dirigirnos hacia algunos de los miradores del pueblo para poder hacernos una idea de lo que Setenil nos puede ofrecer, y el más céntrico (aunque no el más elevado) es el mirador del Carmen situado en una céntrica peña en lo alto del barrio del Cerrillo.
Desde esta privilegiada posición podrán contemplar todo un graderío de casas blancas que al igual que en un teatro están orientadas hacia el verdadero protagonista de la extraña forma serpenteante que adopta el pueblo, el río Guadalporcún o también llamado aquí Trejo.
Ha sido río el que durante miles de años ha ido horadando poco a poco la blanda roca caliza, formando así un pequeño cañón natural que los humanos han habitado desde tiempos remotos.
Por tanto podemos decir que el agua es el arquitecto del Setenil que podemos disfrutar hoy en día....pero también es el culpable del desnivel del pueblo que obliga a tomar con calma la visita entre tanto sube y baja.
Muy por encima del río y también por encima de las casas de esta parte del pueblo, podemos observar parte de la Torre Homenaje del siglo XIII, las trasera de la Iglesia de la Encarnación y los restos de la antigua muralla...
En esta foto pueden contemplar el río, las casas y los monumentos antes señalados creando una de las estampas más conocidas del pueblo.
Si os fijáis bien, también se aprecia en el fondo el puente de Triana de siglo XVI, un puente de un sólo arco construido en ladrillo durante la época nazarí.
Justo a lado del mirador está la Ermita de Nuestra Señora del Carmen, en cuyo interior esta la imagen de la patrona de Setenil de las Bodegas.
Lo curioso del asunto es que la Virgen del Carmen es la patrona del mar, entonces...¿por qué es también la patrona de un pueblo situado en plena sierra?...para responder a esa pregunta debemos remontarnos al siglo XVII cuando una pareja de hermanos, los Cabrales, que estaban "haciendo las américas" al regresar tuvieron que afrontar muchos problemas hasta el punto de prometer a la virgen que en caso de regresar con vida construirían una Ermita en su honor...y dicho y hecho.
Bajando las escaleras desde el mirador del Carmen nos encontramos con una de las calle más conocidas de Setenil, la calle Cuevas del Sol. El motivo de su fama se debe a esto...
...una de las calles más extraña que podrán encontrar. Aquí el Guadalporcún a socavado la roca durante siglos creando un abrigo natural y unas cuevas que ya fueron usadas en la prehistoria como refugio y que hoy en día se han convertido en casas. Estas viviendas semitrogloditas, cuyo techo es la propia roca, tienen un microclima natural manteniendo una temperatura fresca en verano y más caliente en invierno.
Es curioso saber que el apellido de Setenil "de las Bodegas" es muy reciente a pesar de que en esta zona han existido viñas desde hacía varios siglos, de hecho es del siglo XIX y alude a los almacenes bioclimáticos escavados en la roca.
Y hablando de vinos, junto a las casas en esta calle podrán encontrar también varios restaurantes que sirven, además de un buen caldo que va adquiriendo fama poco a poco, las especialidades típicas del pueblo como el revuelto de espárragos, las migas, el cocido, las sopas cortijeras y también sus típicos dulces como las empanadillas...así que ya se imaginarán que es una zona muy animada.
Por cierto, si se están preguntando por el curioso nombre de la calle Cuevas del Sol ya saben de donde proviene lo de "Cuevas", y los de "Sol" proviene de la orientación sur de estas casas cuevas que las dota de más horas de luz que las casas que están enfrente.. la no menos espectacular calle Cuevas de la Sombra...
...que tiene rincones como este que os muestro en la foto la gran roca está sujeta sólo por las casas de ambos lados formando un túnel. Cuando pasas por esta calle subterránea y por sus pasillos naturales te das cuenta que el nombre le va como anillo al dedo...
La Calle de la Sombra tiene menos restaurante que la Calle del Sol, pero en ella podrán ver tiendas semitrogloditas donde techo y paredes lo conforma la roca natural...
...curioso, ¿verdad?. He de deciros que en Setenil, a diferencia de otros pueblos "trogloditas" de nuestro país, los habitantes no excavaron la roca, sino que se aprovecharon de su forma para construir paredes y aislar habitáculos.
Continuando todo recto desde aquí dirección oeste, llegamos al centro histórico de Setenil, la plaza de Andalucía, justo debajo de fortaleza medieval. Esta animada plaza a los pies de la peña es, junto con la calle del Sol la zona con más bares y restaurantes.
Desde esta plaza nos toca subir un poco para penetrar en la fortaleza medieval y maravillarnos de nuevo con las vistas desde otro de los miradores de Setenil, el mirador del Lizón, situado a una mayor altura que el del Carmen. Desde aquí podemos observar como los musulmanes diseñaron un original pueblo que "cae" en diversas terrazas desde la misma fortaleza hasta el río...
Efectivamente el Setenil que tenemos hoy en día se los debemos a los árabes, quienes sabedores de la importancia clave de este lugar, se instalaron en esta peña y la fortalecieron para impedir la invasión cristiana, algo que de todas formas acabaría por suceder el 21 de septiembre del 1.484.
Hablando del enfrentamiento entre moros y cristianos, una leyenda cuenta que el nombre de Setenil proviene del número de asedios que sufrió el pueblo por parte de los cristianos, un total de siete. Incluso en algunos carteles informativos se puede leer esto, sin embargo parece ser que el pueblo sufrió sólo dos asedios cristianos por lo que el nombre no parece derivar de tal circunstancia.
Lo que sí esta demostrado era la enorme importancia que tenía para los Reyes Católicos conquistar esta plaza, de hecho el propio Rey Fernando participó en el asedio, que la postre fue clave para la conquista de Granada y que aparece reflejado incluso en la sillería de la Catedral de Toledo.
Del antiguo alcázar nazarí se conserva todavía la cuadrada Torre del Homenaje y un aljibe situado a los pies de esta...
Actualmente la Torre, restaurada hace unos años, se usa como sala de exposiciones. Cuando nosotros la visitamos habían varias fotografías increíbles del biólogo y fotógrafo Mario García Vargas, pero también pudimos ver algún objeto curioso como estas "bolas de piedra" usada por la artillería cristiana contra la fortaleza musulmana.
En aquella época, una máquina capaz de lanzar este proyectil era tecnología punta por lo que la diferencia entre el ejercito cristiano y musulmán no dejaba dudas acerca de cómo terminaría la contienda.
Pero lo mejor de la visita a la Torre del Homenaje está en lo más alto, y es que si suben la angosta escalera hasta el final tendrán acceso a un mirador panorámico, algo incómodo por su estrechez, pero que recompensa con las mejores vistas.
De hecho, las vistas es tal que desde la cima de la Torre incluso se puede contemplar en un día claro el precioso pueblo blanco de Olveras situado a 15 kilómetros, aunque tendrán que tirar del zoom de la cámara.
Por supuesto desde esta atalaya se puede ver todo Setenil, así como el caprichoso recorrido del río a su paso por el pueblo, los escarpes del Trejo y calles-cuevas como la de las Cabrerizas
Como curiosidad os diré que en esta calle se rodó allá por el 1.977 el capítulo "El Servidor de la Justicia" de la popular serie "Curro Jiménez". El actor Pepe Sancho, que interpretó a "El Estudiante" dijo en una entrevista que de todos los lugares donde rodaron fue precisamente Setenil el que más le había gustado.Y es que estas calles-cuevas tienen algo que nos atrae, no sé, quizás sea una reminiscencia del hogar que durante muchos siglos ocuparon nuestros antepasados.
En fin, por ver vimos hasta buitres, algunos volando incluso a menor altura de la que estábamos nosotros, así que para no tentar demasiado a la suerte decidimos bajar de la fortaleza para seguir descubriendo, ya a ras de suelo, otro de sus rincones mágicos como es la calle Herrería, una estrecha calle subterránea situada justo debajo del castillo.
La calle Herrería, aunque menos conocida que la calle Cuevas del Sol y la de la Sombra, tiene un encanto especial por su estrechez, sus casas cuevas y las siempre amenazante rocas como techo que me hacen pregunta ¿cómo podrán dormir tranquilo los setenileños?...estoy seguro que con mejor aislamiento frente al ruido y con mejor temperatura natural...pero aun así no sé yo si me llegaría a acostumbrar a tener miles de toneladas encima de la cabeza...
En fin, dilemas mentales aparte, la calle Herrería cuenta además con el rincón más romántico de Setenil de las Bodegas ....
....en este punto se suelen parar las parejas para inmortalizar el momento con una foto dándose un beso romántico, y es que ese "Bésame en este rincón" suena a una de esas órdenes que se cumplen con gusto.
La simpática idea del Ayuntamiento era crear recuerdos agradables para los visitantes de Setenil, aunque supongo que no tanto si estos visitantes son ingleses....
...¡ahí queda eso!...
Continuamos nuestro descenso entre casa semitrogloditas ahora por la Calle de la Mina. Existe un grabado pintado del 1.564 recogido en el "Civitatis Urbe Terratum" en el que aparecen casas de esta calle....y resulta que apenas si han cambiado desde entonces.
La calle Mina se llama así porque daba acceso a una construcción militar llamada coracha-mina cuya función era garantizar el abastecimiento de agua de la fortaleza en caso de asedio mediante un pozo no vertical, sino horizontal llamado mina.
El acceso a la coracha se hacía desde los bajos de la Torre del Espolón que es la que pueden ver en la siguiente foto
Cruzando el Guadalporcún nos encontramos con otra de las calles emblemáticas del pueblo, la Calle de la Jabonería.
No se sabe si esta calle recibe su nombre por la posible existencia de una fábrica de jabón en la misma o si es por el hecho de ser el lugar donde bajaban antiguamente las mujeres a lavar la ropa...
...de cualquier forma impresiona contemplar la curiosa construcciones debajo del barrio del Carmen. Además esta calle, entre otras, sale también en la película "La Sabina" de José Luis Borau.
En realidad toda Setenil es de cine, al fin y al cabo pocos pueblos desafían a la lógica tanto como este convirtiéndose en todo un placer para los sentidos.
Ya va siendo hora de acabar la entrada no sin antes dar las gracias de nuevo al equipo de Aunahorade que promueve la promoción y difusión del turismo en Andalucía y que nos planificó esta ruta por un pueblo mágico. De nuevo muchas gracias.
Y para usted, querido lector, un abrazo y nos vemos pronto.
&version;