Una película sublime con escenas fascinantes e interpretaciones grandiosas. Está estructurada en casos basados en los pecados capitales, que llevan a los detectives a un nuevo asesino en serie (Más que destacable papel el de éste último). Aspecto visual soberbio que nos sumerge en el ambiente de oscuridad, angustia y desasosiego del film. Un ritmo in crescendo que acaba con un final sobrecogedor, de los que no se suelen ver, que te deja estupefacto. Otra obra de arte de David Fincher. Simplemente memorable.
Mi Puntuación: 9