Los sevillanos aseguran que la feria de este año será diferente y que la crisis va a cambiarla tanto que no la conocerá ni la madre que la parió. Algunos dicen que la gente acudirá al real con fiambreras llenas de filetes empanaos y tortillas de papas, como en los viejos tiempos, cuando España era pobre, mientras otros aseguran que la calle del infierno se quedará desierta por falta de dinero.
Los cientos de familias que regentan las cocinas de las casetas de feria se preparan para un mal año y están adaptando las ofertas de tapas y comidas a los tiempos de escasez: pocas gambas, poco jamón, menos langostinos y muchos bocadillos, croquetas y papas aliñás. Sobre el pescaito hay dudas, pero dicen que, como mucho, boquerones.
Media ciudad, en vísperas de su gran fiesta anual, se acuerda de Zapatero, al que se culpa del desastre de la economía. La ciudad, acosada por el paro y una pobreza nueva y sorprendente, está incorporando a su paisaje a los sin techo que duermen en los soportales entre cartones y plásticos, a la marea de los que piden limosnas por las calles, como en los tiempos de la postguerra, y a los que hacen cola en los comedores de caridad, todo un desastre para una capital que, si no fuera porque tiene casi 200.000 funcionarios al servicio de los gobiernos regional y central, sería una ciudad más africana que europea, la campeona indiscutible del paro en España y Europa.
Pero la gente se lo toma con cierta alegría y, a pesar del drama, se hacen chistes. Alguién dice que este año toca beber Manzanilla "El Hacendado", que con una copa "ya estás colocado". El otro día decía uno en un bar del Postigo que al que vea este año a un político en las calles de la feria le van a dar un premio porque se esconderán por miedo a ser abucheados. Otros dicen que este año en vez de caballos habrá bicicletas en la feria y que la gente camina tanto que está adelgazando como nunca.
Ya hay unas "sevillanas de la crisis" que, seguramente, se convertirán en el éxito del año. Si quiere escucharlas en "primicia", mire el "video" de la cabecera.
A pesar de la crisis, Voto en Blanco desea a sus lectores una feliz feria de abril 2010 y estará en el recinto para beber fino o manzanilla con cualquier demócrata que nos quiera acompañar..