Revista Cultura y Ocio
Antes de viajar, de Sevilla sabía que todo el año estaba repleta de naranjos, que de allí zarpó Colón en busca de las Indias, que los gitanos a toda hora entonaban bulerías y al hablar quitaban las eses finales y otras letras (así es como en perfecto sevillano corazón es corasó, mucho es musho, calor es caló, Jesús es ozú y madre mía es maremía). También había escuchado que allí residía el mayor archivo histórico de la hispanidad, que durante los años que duró la ocupación de los moros éstos le dieron el rostro que aún hoy exhibe y que inevitablemente, en cada rincón de la ciudad, se tiene la sensación de que se está en cualquier lugar de África menos en España.
Además de estos pre conceptos contaba con los prejuicios de muchos amigos y conocidos españoles que me decían que "los del sur" eran distintos a ellos, que la mayoría eran mafiosos, que ninguno trabajaba, que se pasaban el día tomando, jugando a las cartas y cantando coplas y que, por ellos, el mundo entero creía que todos los españoles eran gitanos, como si eso representara una ofensa. Así que al llegar a Sevilla intenté encontrarme cara a cara con muchos de ellos pero me encontré con una situación completamente diferente.
Sevilla es una ciudad más que importante para los hispanos. Como dije antes, allí se gestó buena parte de la conquista de América y también donde se ubicó la Casa de contratación, una de las instituciones de control más importantes del mundo indiano.Pero no sólo por cuestiones históricas es interesante descubrirla. Por el alto patrimonio histórico y cultural que atesora en sus calles está entre las cinco ciudades más importantes de la península ibérica y tiene la característica de seguir siendo, aún hoy, un punto de encuentro entre la España occidental y algunos puntos del norte de África, de los cuales a diario llegan inmigrantes motivados por un pasado cultural en común y alguna posibilidad de alcanzar un billete que los suba al tren de la dignidad.
Lejos de los pre conceptos y los prejuicios mis primeros días en la ciudad me sirvieron para descubrir su esencia. Así descubrí que después de Potosí (donde dicen que se puede visitar una iglesia por día y estar así un año, ya que hay registradas cerca de 365) fue en Sevilla donde vi más iglesias, parroquias, conventos, seminarios, basílicas y catedrales, tantas como casi nunca antes había visto dentro de una misma ciudad europea. Además me relacioné con su gente y su cultura, con sus creencias, con sus mitos, con su tauromaquia tan cuestionada ( pero tan inherente a su esencia como ellos mismos) y con la abigarrada concepción de religiosidad, la cual delimita, dispone y ordena la mayor parte de los actos que llevan a cabo a diario.Acompáñenme en este fotorreportaje en blanco y negro y descubran los sitios más importantes de una de las ciudades más bellas de Andalucía.
La ciudad es un lugar de amplia inspiración. Ciento de artistas de todo tipo nacieron en ella o bien la eligieron como ciudad para afincarse y llevar allí muchas de sus obras. La casa de Luis Cernuda, por ejemplo, puede verse en el casco histórico de la ciudad, muy cerca de La Giralda a metros de la Calle Sierpes, la principal peatonal de la ciudad.
Muchas de las construcciones y la flora que abunda en cada uno de los espacios verdes de la ciudad evocan todo el tiempo paisajes del mundo oriental e incluso de algunas de las obras fundamentales de la literatura árabe (la similitud con los espacios definido s en Las Mil y una noches es verdaderamente asombrosa).
Ubicada sobre la margen izquierda del Guadalquivir (río que atraviesa la ciudad en toda su extensión) la Torre del Oro se alza como la construcción más emblemática de ese barrio. Construida hacia principios del 1200 por un gobernador árabe que por entonces administraba el sitio, presenta una estructura dodecagonal (de doce lados) muy típica de las arquitecturas mozárabes. Desde entonces la torre se transformó en el faro de Sevilla y allí llegaba buena parte del contrabando y la mercancía que se comerciaba con otros estados. En la actualidad acoge al Museo Naval de Sevilla. Es posible subir hasta la cúpula y desde allí lograr unas excelentes vistas panorámicas de la ciudad.
El casco histórico de la ciudad cuenta demuestra en cada rincón los vestigios de la interesante mezcla cultural que tuvo a lo largo de su historia. Construcciones clásicas conviven con mezquitas, iglesias, catedrales y sinagogas hebreas dada no solo la presencia sino también la influencia legada por los judíos que habitaron la zona.
El arte del azulejo es uno de los mas utilizado para decorar las fachadas de las casas o edificios palaciegos que albergan diferentes instituciones. Aquí se puede ver la representación de una escena de la vida cotidiana de los gitanos en la fachada de una casa de familia ubicada en el casco histórico de la ciudad.
La Plaza de San Francisco: esta plaza bordea el palacio del Ayuntamiento y desde su creación en el siglo XVI oficia de Plaza Mayor de Sevilla. Desde entonces fue la sede de actos inquisitorios y también el epicentro donde sucedieron y se conmemoraron los hechos políticos y culturales más importantes de la región. A lo largo de los años fue cambiando su nombre (el cual generalmente era modificado por algún personaje que en ese momento tuviera incidencia en ellos, por ej; Plaza de Fernando VIII, Plaza de Isabel II, Plaza de la Constitución y en épocas de Franco, Plaza de la Falange Española) pero finalmente, luego de todas las idas y vueltas volvió a ser Plaza de San Francisco. En ella se concentra una pintoresca muestra del ser sevillano, con carruajes, caballos, mujeres y hombres vestidos con trajes típicos y con muestras de flamenco que se escuchan desde los cientos de negocios que abundan en la circunferencia que la rodea.
La Sierpes es la peatonal de la ciudad. A lo largo de su extensión atraviesa los barrios más bonitos de Sevilla y se encuentra plagada de negocios de recuerdos y otros que venden productos relacionados con la vestimenta (la cual tiene un auge de ventas en las épocas de fiestas religiosas). Caminarla a lo largo de su longitud además de ser un espectáculo sin par es una de las mejores formas para ver cómo se mueve su gente y descubrir algunos aspectos relacionados con la cultura y el modo de ser de los gitanos.
Cerca de la Sierpes en dirección a la Giralda se concentra un buen número de carruajes que realizan recorridos por los puntos imperdibles de la ciudad.
La Catedral: los sevillanos la conocen como la Catedral de Santa María de la sede. Su creación data del 1248 y es uno de los mayores templos de la cristiandad occidental, ubicándose en el tercer puesto luego de la Básilica de San Pedro y la de Saint Paul en Londres. Antes de que se creara como templo del cristianismo allí funcionaba una de las mayores mezquitas, por lo cual se debió cambiar la orientación de la misma (dado que la cúpula miraba al sur) y se la cambió al este. Construida sobre la base de tres estilos góticos diferentes. En su interior, además de albergar el espacio litúrgico cuenta con el Jardín de los naranjos, uno de los más bellos de Andalucía.
Muestras de la arquitectura gótica, renacentista y barroca que dan forma a la Catedral
La Giralda: es la torre del campanario de la catedral y se ha transformado, a lo largo de los años, en el ícono de Sevilla. Fue creada un tiempo antes que la catedral y en su morfología esconde elementos de las culturas que viven en la región (la mozárabe, la cristiana y la judía). En tiempos en que los moros habitaban en la región, en la torre se construyeron rampas para que el Sultán subiera montado en su caballo y, desde arriba, disfrutara de la impresionante vista que desde allí se tiene de la ciudad. Desde 1928 forma parte del listado de obras que integran el Patrimonio Histórico y cultural de la Humanidad.
La fuente de la Giralda y la Catedral detrás
Murallas en el Barrio de la Macarena: estas murallas de la época medieval circundan el Barrio de la Macarena, uno de los más importantes de Sevilla ya que allí reside la mayor patrona de la ciudad.
El barrio aparece como cerrado por las murallas
La Virgen de la Macarena: además de ser el principal icono de la religiosidad sevillana es la patrona espiritual de todos los ciudadanos. El templo en su honor se encuentra ubicado en el número 1 de la Calle Bequer y su nombre completo es Basílica de Santa María de la Esperanza Macarena. En ese edificio se encuentra además la sede de la Hermandad de la Esperanza Macarena y es allí que, en semana santa, se hace estación de penitencia y los nazarenos se azotan para lavar los pecados cometidos durante el año.
La Plaza España: este complejo se encuentra dentro del perímetro del espectacular Parque de María Luisa. Con una extensión cercana a los 200 metros cuadrados, esta plaza fue creada en 1928 para conmemorar la Exposición Iberoamericana de Sevilla. Decorada con amplios puentes, castillos y torres mudéjares, en ella se pueden ver representados gracias al arte del azulejo muchos de los iconos de la hispanidad. Si se la ve desde arriba se verá que la forma semicilíndrica que tiene es una metáfora de un abrazo, el cual se interpreta como el abrazo de España a las diferentes culturas iberoamericanas.
Algunas de las muestras del azulejo
El Real Alcázar: como en toda ciudad que tuvo presencia árabe, el alcázar es una figura infaltable. El de Sevilla es junto a la Alhambra y el de Toledo uno de los mas importantes. En su interior se encuentran los jardines más bellos que se puedan ver y una arquitectura digna de que se le dedique al menos una tarde para observarla con detenimiento. Por su cercanía, el terremoto de Lisboa de 1775 lo afectó a sobremanera y tuvieron que restaurar aquellas partes que se agrietaron o vencieron. Durante los meses de verano se puede asistir en estos jardines a intresantes conciertos que se organizan con la finalidad de difundir los artistas locales.
La Plaza de Toros de la Real Maestranza: sitio controvertido si los hay, esta plaza de toros es la más importante de España, incluso mas que Las Ventas en Madrid. En su interior se encuentra el Museo de Tauromaquía y en el se guardan los tesoros relacionados con la historia de los toreros y todo lo relacionado con esa temática.
Entrada principal a la arena de la plaza
La arena sobre la cual se llevan a cabo las corridas de los toreros más importantes del país.
Cerca de allí, en el Restaurante El Buzo se puede ver la influencia del azulejo en la vida de los sevillanos
El Puente de Triana: situado en el medio de las aguas del Guadalquivir este puente es el más antiguo de Sevilla ya que data de las épocas del Imperio romano. Hoy es uno de los puentes más populares de Sevilla y por las noches sirve además de zona roja donde se concentran prostitutas y travestis de diferentes nacionalidades que encuentran en esa actividad una forma de sobrevivir ya que, para muchos, esa es la puerta de entrada al continente europeo y la psoibilidad de comenzar una nueva vida.
Vista del puente con el Guadalquivir detrás.
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