Todas en algún momento de nuestras vidas nos vimos interesadas en alguien hasta el extremo de querer hacer cualquier cosa por esa persona con tal de llamar su atención. Pero muchas veces ese "hacer de todo para conquistar" puede enviarnos directo a un lugar en el que seguro no nos gustará estar. ¿Dónde está el límite? ¿Cómo darnos cuenta hasta dónde arriesgar? El lugar más común de los lugares comunes te dice que tengas "especial cuidado" si te vas a tirar a una pileta que no tiene agua, es que la utilización de esta analogía es vital cuando de relaciones amorosas se trata. Una puede hacer cualquier cosa, ponerse plumas como un pavo real, colgarse de las arañas e incluso hacérselo saber, pero los hombres aman los desafíos y si nos mostramos como presa fácil seguramente diluiremos cualquier interés probable hacia nosotras. ¿Una receta antiquísima? Parece que aún hoy funciona. Cuando somos adolescentes es más fácil pecar de exageradas tratando de conquistar al hombre de nuestros sueños. Algunas suelen encararlos sin miedo e, incluso proponerles una cita y poco les importa quedar mal paradas. Pero los años pasan y las barreras inhibitorias por lo general crecen. Así que a medida que vamos madurando, actuar como una adolescente con las hormonas furiosas y alborotadas ya no corre. Por eso la regla básica es económica "menos es más" empezando por las actitudes y siguiendo por la vestimenta. El famoso best seller Las reglas del juego y su versión en inglés The rules , escrita por las norteamericanas Ellen Fein, y Sherrie Shneider ponen especial acento en cómo deben actuar las mujeres cuando se sienten atraídas por un hombre. Aunque nunca falte la que lo sabe todo para conquistar a su hombre, hay muchas que no, dicen las autoras, y esto es una especial ayuda para ese grupo de mujeres que se sienten torpes a la hora de expresar sus sentimientos. Una de las claves que aseguran Ellen y Sherrie es poner especial cuidado en una misma siendo sobria, eligiendo siempre verse espléndidas e invertir mucho tiempo en una misma. Claro, que se entienda, no sólo en el aspecto físico sino en cultivarse y adquirir seguridad, porque los hombres quieren ver a sus conquistas como una pieza valiosa. Por otra parte, los hombres aman los desafíos por eso en cuanto a conquista se refiere quieren ser ellos los que tomen la iniciativa. ¿Otro consejo a simple vista arcaico? Parece que si la persona realmente nos importa es el camino a seguir. Ahora bien, ¿qué pasó con la revolución de las mujeres? En términos prácticos aseguran que cuando al hombre que nos interesa lo queremos para un agradable revolcón o una noche desenfrenada de sexo ardiente, podemos pensar en ser mujeres con actitud, poner primera y avanzar nosotras aunque quedemos expuestas en nuestro interés. En realidad, en esos casos, es la idea.
Revista Pareja
Todas en algún momento de nuestras vidas nos vimos interesadas en alguien hasta el extremo de querer hacer cualquier cosa por esa persona con tal de llamar su atención. Pero muchas veces ese "hacer de todo para conquistar" puede enviarnos directo a un lugar en el que seguro no nos gustará estar. ¿Dónde está el límite? ¿Cómo darnos cuenta hasta dónde arriesgar? El lugar más común de los lugares comunes te dice que tengas "especial cuidado" si te vas a tirar a una pileta que no tiene agua, es que la utilización de esta analogía es vital cuando de relaciones amorosas se trata. Una puede hacer cualquier cosa, ponerse plumas como un pavo real, colgarse de las arañas e incluso hacérselo saber, pero los hombres aman los desafíos y si nos mostramos como presa fácil seguramente diluiremos cualquier interés probable hacia nosotras. ¿Una receta antiquísima? Parece que aún hoy funciona. Cuando somos adolescentes es más fácil pecar de exageradas tratando de conquistar al hombre de nuestros sueños. Algunas suelen encararlos sin miedo e, incluso proponerles una cita y poco les importa quedar mal paradas. Pero los años pasan y las barreras inhibitorias por lo general crecen. Así que a medida que vamos madurando, actuar como una adolescente con las hormonas furiosas y alborotadas ya no corre. Por eso la regla básica es económica "menos es más" empezando por las actitudes y siguiendo por la vestimenta. El famoso best seller Las reglas del juego y su versión en inglés The rules , escrita por las norteamericanas Ellen Fein, y Sherrie Shneider ponen especial acento en cómo deben actuar las mujeres cuando se sienten atraídas por un hombre. Aunque nunca falte la que lo sabe todo para conquistar a su hombre, hay muchas que no, dicen las autoras, y esto es una especial ayuda para ese grupo de mujeres que se sienten torpes a la hora de expresar sus sentimientos. Una de las claves que aseguran Ellen y Sherrie es poner especial cuidado en una misma siendo sobria, eligiendo siempre verse espléndidas e invertir mucho tiempo en una misma. Claro, que se entienda, no sólo en el aspecto físico sino en cultivarse y adquirir seguridad, porque los hombres quieren ver a sus conquistas como una pieza valiosa. Por otra parte, los hombres aman los desafíos por eso en cuanto a conquista se refiere quieren ser ellos los que tomen la iniciativa. ¿Otro consejo a simple vista arcaico? Parece que si la persona realmente nos importa es el camino a seguir. Ahora bien, ¿qué pasó con la revolución de las mujeres? En términos prácticos aseguran que cuando al hombre que nos interesa lo queremos para un agradable revolcón o una noche desenfrenada de sexo ardiente, podemos pensar en ser mujeres con actitud, poner primera y avanzar nosotras aunque quedemos expuestas en nuestro interés. En realidad, en esos casos, es la idea.