Curiosidades
Sexo sin tabú:
El sexo es algo que todo el mundo — o al menos quien quiere y puede — practica y sin embargo el “sexo sin tabú” no es frecuente. Ni en la vida real, ni en las novelas (no en las chick lit). La gente tiene prejuicios a la hora de hablar de sexo, tantos o más que a la hora de leer o escribir sobre él. Y ya no te cuento sobre el tema de practicarlo.
Pero la mojigatería no va a detener a algunos personajes de novela. Ellos también tienen derecho a disfrutar de aventuras sexuales variadas, algo más que el típico polvo en postura de misionero, el cunnilingus o la felación de turno. Porque se puede escribir sobre sexo sin ser soez, con clase y estilo a la vez que se narran prácticas tan poco aceptadas (o conocidas) como el dogging, por ejemplo.
¿Dogging en una novela chick lit?
Sí, porqué no. Ah, ¿que no sabes qué es el dogging? Pues no te preocupes, yo te lo cuento.
El dogging (cancaneo en español) es una práctica sexual que consiste en tener sexo delante de extraños (con una o más personas) en lugares públicos. El nombre de dogging deriva de “walking the dog” o lo que es lo mismo, “pasear al perro”. Se empezó a utilizar este término porque muchos de los voyeurs que acudían a los parajes donde tenían lugar los encuentros sexuales iban con su mascota (la excusa perfecta para justificarse diciendo que habían salido a pasear al perro y que “pasaban por ahí de casualidad”).
El lenguaje que se utiliza para describir las escenas de sexo en las novelas Chick lit no puede ser el mismo que en las novelas eróticas, tampoco es necesario entrar en detalles, pero eso no impide que se puedan incluir comportamientos sexuales fuera de “la norma” si la historia lo requiere.
Animar la trama de la novela con situaciones novedosas da vidilla al lector y profundidad a los personajes. Y quien sabe… quizás más de uno se sienta identificado con la situación.Olga de Llera
¿Qué pasa cuando se pregunta a la gente por la calle acerca del dogging?
Reglas del “dogging” que tuve que aprender para dar credibilidad a la historia:
En mi novela de Amigas 4Ever decidí incorporar un encuentro de dogging en la trama (desde mi punto de vista como escritora, creí que venía a cuento) y tuve que investigar qué se cocía en este tipo de encuentros sexuales (que una es abierta de mente pero sus gustos sexuales no pasan por practicar sexo en lugares públicos). No podía dejarlo todo en manos de mi creatividad e imaginación. Quizás mis lectoras no hubieran notado la diferencia, porque ir a practicar sexo con extraños a un descampado no es algo que haga la mayoría, pero a mí me gusta documentarme antes que inventarme cosas. Me siento más cómoda escribiendo “la verdad”, sin poner de mi propia cosecha. Esto es lo que descubrí sobre el dogging:
- Los que acuden a un encuentro de dogging en coche, para advertir a los demás participantes que están dentro del juego, encienden y apagan los faros del vehículo repetidas veces.
- Las parejas que quieren ser vistas mientras mantiene relaciones sexuales dentro de su coche, dejan la luz interior encendida, invitando a los desconocidos a observarles.
- Si se deja la ventanilla del vehículo abierta, es una invitación para que los voyeurs además de mirar puedan tocar.
Dejar la puerta abierta del vehículo es una invitación para que otros entren en el juego sexual. - Los “doggers se citan a través de portales de internet y a los encuentros les llaman “quedadas”. En estos portales también comparten fotos tomadas en otros encuentros.
- Las “quedadas” suelen ser en lugares públicos, aunque también es habitual hacerlas en sitios más privados, como garajes o viviendas particulares.
- El número de participantes puede restringirse para evitar “overbooking” y también se puede limitar el número de chicos, para equilibrarlo con el número de chicas que van a acudir a la “quedada” (siempre suelen participar más hombres que mujeres).
- Algunos participantes acuden con máscaras para esconder su identidad.
- En las webs de “doggers” se ofrecen consejos para la seguridad y el anonimato de los participantes. Como por ejemplo:
No acudir a los encuentros con objetos de valor o guardarlos antes de empezar. - Evitar llevar objetos con los que te puedan identificar (agendas, teléfonos, tarjetas, etc…)
- Y al finalizar, dar una vuelta antes de emprender el camino a casa, para asegurarse que nadie te sigue.
- Huelga decir que todas las relaciones sexuales (felaciones y/o penetraciones) deben hacerse con protección para evitar las ETS.
Conclusiones finales sobre el dogging:
Seguro que hay algunos detalles más, pero en la Red tampoco se explica demasiado acerca del dogging. Por lo que se comenta, los asistentes a este tipo de encuentros no son muy dados a las entrevista y prefieren salvaguardar su anonimato, aireando sus experiencias sólo a través de los portales destinados a este fin.
Aunque pueda parecernos que este tipo de prácticas son minoritarias, me apuesto a que no lo son tanto como pensamos. Una de las páginas web de dogging más importantes de España tiene la friolera de 500.000 usuarios registrados. No sé a ti, pero a mí me parecen un montón. Sí, es verdad que no todos los que están registrados son participantes activos, aun así, que medio millón de personas se molesten en entrar en un portal de esas características demuestra el interés que suscita esta práctica sexual.
¡Gracias por leer hasta el final! Si quieres comentar algo, siéntete libre de hacerlo más abajo.
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Sobre la autora
Olga
Adicta al chocolate y soñadora, me dedico a escribir por placer.
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