Se ha demostrado que el sexo y ejercicio son sanos para el corazón, ya que no practicar estas dos actividades frecuentemente puede ser causa de problemas de corazón. La revista Journal of American Medical Association ha demostrado esta afirmación.
Aunque el riesgo de padecer problemas de corazón no es demasiado elevado por estas causas, lo cierto es que existe este riesgo y además es un aviso para que las personas cambien sus hábitos de vida en pro de una vida menos sedentaria. De hecho, después de un acto sexual o de ejercicio existe menos riesgo de padecer una enfermedad o ataque del corazón.
Para llegar a esta conclusión, se ha utilizado los resultados de 14 investigaciones en las que fueron estudiados más de 6000 pacientes. Es curioso descubrir que respecto a la actividad física hay un 3,5 de más riesgo, mientras que en cuanto a la actividad sexual el porcentaje es de 2,7 en caso de carencia de ello. Pese a lo que indica la actividad física, por la contra realizar ejercicio físico reduce las posibilidades de sufrir un ataque de corazón.
Es importante tener en cuenta con respecto a todo esto es que principalmente puede afectar al corazón cambiar radicalmente de hábitos de vida de una actividad moderada o inexistente física a actividad más elevada. Por tanto, si se va a hacer ejercicio se debe aumentar el ritmo progresivamente y no de golpe.
Haz ejercicio, pero con moderación. Si no haces ejercicio y quieres cambiar de hábitos de vida, empieza cada día un poco hasta llegar al ritmo definitivo.